El idioma español y la cultura de los inmigrantes latinos en EEUU son dos factores relevantes en un tratamiento de salud mental que resulte exitoso para el paciente. Así lo exponen los expertos, quienes detallan que incluso el país de procedencia de cada persona puede influenciar en el tipo de servicio que necesita.
En EEUU, unos 14 millones de hispanos reportaron padecer alguna enfermedad mental en una encuesta de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias en 2021.
Sin embargo, habría solamente unos 12.000 psicoterapeutas con conocimiento del idioma español disponibles para proveer servicios en el país, según The Tree Top, una compañía que ofrece servicios terapéuticos.
"Nuestros traumas se van codificando al cerebro, de acuerdo al idioma en que lo decimos. Yo sé que, con mis pacientes latinos, la meta es ver en qué idioma pasó ese trauma para poderlo sanar. Pero si yo no hablo español, pierdo enteramente la oportunidad de ayudar a esta persona a sanar un trauma de este tipo”, dijo a la Voz de América Ana Sierra, licenciada en Psicología.
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La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (AEP) estima que los hispanos mayores y los adolescentes, son "especialmente vulnerables" a sufrir estrés psicológico asociado a la inmigración y a tener que adaptar su cultura al lugar de llegada.
Aún así, solo uno de cada 20 recibe servicios de un especialista en salud mental pues han demostrado "poca comunicación" con su proveedor.
"Varios estudios han encontrado que los pacientes bilingües son evaluados de manera diferente cuando se les entrevista en inglés que en español, y que los hispanos reciben con mayor frecuencia un trato insuficiente", establece la AEP.
"Cuando yo hablo de una atención de salud mental para un colombiano es distinto cuando es un salvadoreño y es distinto cuando un cubano, cuando es alguien de … porque tiene su componente cultural. Es importante tomarlo en cuenta para el engranaje de la resolución del conflicto”, dijo a la VOA Rosario Lozano, directora y fundadora del centro de salud mental RENOVAR en Silver Spring, Maryland.
Lozano explicó que los factores de estrés para los inmigrantes recién llegados se intensifican al "llegar a un sector que uno no conoce, un nuevo idioma, una nueva cultura y hasta una nueva alimentación". A esto le llama un "bio shock".
También lea En español y sin costo: latinas con cáncer reciben oportunidad de una nueva vida en la capital de EEUU"Ese bio shock altera toda la emocionalidad, hace unas descargas de hormonas que generan una situación muy especial en las personas", agregó Lozano.
En EEUU, uno de cada cinco adultos ha sido diagnosticado con una enfermedad mental, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Con el propósito de expandir el acceso a servicios de salud mental, el presidente Joe Biden anunció en julio de 2023 una nueva ley en la que requeriría a los planes médicos identificar las faltas en el servicio de salud mental que proveen y expandir clínicas comunitarias.
"No sé cuál es la diferencia entre romperse el brazo y tener un colapso mental: es salud", dijo Biden en un discurso. "Es esencial para el bienestar de las personas y su capacidad para llevar una vida plena y productiva, para encontrar alegría, encontrar un propósito y cuidar de sí mismos y de sus seres queridos. Se trata de dignidad", concluyó el mandatario.
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