Esperanza para una cura

In 1994, el presidente Ronald Reagan escribió una carta que le decía al mundo que él padecía de la enfermedad.

El hijo del ex presidente Ronald Reagan busca concienciar al público sobre la enfermedad de Alzheimer, el mal que mató a su padre.

Cuando el ex presidente Ronald Reagan designó noviembre como el mes nacional para la concienciación de la enfermedad de Alzheimer en 1983, había 2 millones de estadounidenses que padecían del mal.

Hoy, 15 años después, más de 5 millones de estadounidenses han sido diagnosticados, y el número de víctimas aumentará.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de la demencia. Ataca las células nerviosas del cerebro, les roba la memoria a las víctimas y les daña el habla. Es la sexta causa de muertes en Estados Unidos.

“Cada 70 segundos, a alguien se le diagnostica la enfermedad de Alzheimer”, dice

Michael Reagan, locutor de radio e hijo de Ronald Reagan, quien ha sido probablemente la víctima más famosa de la enfermedad.

“El ver lo que mi padre pasó conforme se deterioraba cada año, y finalmente cuando se quedó postrado en cama, y después morir hace 5 años, es por eso que me involucro”, dice sobre su activismo para crear conciencia sobre el mal.

Michael insta a aquellos que padecen de la enfermedad a que se involucren también.

“Traten de que la gente, de que sus familiares participen en pruebas médicas, visiten clinicaltrials.gov y vean en cuál ensayo clínico pueden colaborar porque si no logramos que la gente participe, no tendremos una cura en el futuro”, dice.

Aunque aún no se descubre una cura, se han realizado investigaciones que muestran avances para el entendimiento y el tratamiento del mal.

Gracias a algunas de estas estrategias de tratamiento, dice el Dr. David Crumpacker, un siquiatra que se especializa en la enfermedad de Alzheimer, que ha sido posible disminuir qué tan rápido avanza la enfermedad.

El doctor añade que la gente debería de informarse más sobre la enfermedad para reconocer los síntomas, incluyendo problemas de memoria inmediata.