Una nave de carga rusa no tripulada se acopló exitosamente con la Estación Espacial Internacional el domingo, poniendo fin a una serie de fallidos intentos de reabastecerla.
La nave Progress llevó más de tres toneladas de alimentos, combustible y suministros a la estación orbital.
En los últimos nueve meses han habido tres intentos fallidos, incluyendo el de la semana pasada de una empresa privada estadounidense, contratada por la Agencia espacial de Estados Unidos, NASA.
Funcionarios indicaron que pese a los intentos fallidos de abastecimiento, la Estación Espacial Internacional no estaba en riesgo de quedarse sin provisiones.
El astronauta estadounidense Scott Kelly y los cosmonautas rusos Gennady Pakalka Mikhail Kornienko habitan y trabajan en la estación espacial actualmente.
Está programado que tres astronautas más se unan a ellos hacia fines de este mes.