Congreso de EE.UU. considera respuesta al EI

Manifestantes opuestos a la guerra protestan mientras testifican el secretario de Defensa, Chuck Hagel y el jefe del Estado Mayor, General Martin Depsey (derecha).

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, testifican ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara Baja.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, testifica este martes ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representes sobre la amenaza de los militantes del grupo Estado islámico.

Hagel llegó acompañado del general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto. Su declaración inicial fue interrumpida varias veces por manifestantes que portaban letreros contra la guerra y protestaban en voz alta antes de ser expulsados de la sala.

El secretario de Defensa reiteró que el "EIIL controla ahora vastos territorios en el este de Siria y el oeste y el norte de Irak. Ha ganado poder al explotar la guerra civil en Siria y las luchas sectarias en Irak y ha adquirido territorios en ambos países, recursos y armas avanzadas".

Reconoció que el grupo EI ha sido muy hábil para desarrollar tecnología en las redes sociales y su perfil mundial atrae decenas de miles de combatientes.

"Sabemos que hay miles de combatientes extranjeros, incluyendo europeos y un centenar de estadounidenses han viajado a la región. Sus pasaportes les dan relativa libertad de movimiento. Estos combatientes pueden hacer uso del refugio del grupo Estado islámico para planear, coordinar y realizar ataques contra Estados Unidos y Europa", añadió.

"La comunidad de inteligencia no ha detectado aún planes específicos contra Estados Unidos", agregó. "El grupo EI tiene aspiraciones globales… si se les deja amenazarán directamente nuestro territorio", advirtió.

Por su parte el general Dempsey no quiso descartar la posibilidad de que militares estadounidenses tengan que participar cerca del frente de batalla contra el EI en Irak en caso de que el Ejército iraquí y los "peshmerga", las milicias kurdas, se vean sobrepasados en ciertos puntos estratégicos.

"Si las circunstancias cambian (...) recomendaría que (soldados estadounidenses) trabajaran asesorando cerca del combate y acompañando a soldados iraquíes", explicó Dempsey, algo que a algunos senadores les pareció un eufemismo que no difiere demasiado de poner a militares estadounidense de nuevo a combatir en Irak.

Obama ha dicho que no necesita aprobación del Congreso para los ataques aéreos, pero ha pedido a los legisladores que aprueben un programa para entrenar a rebeldes sirios que luchan contra el grupo Estado Islámico y fuerzas del gobierno sirio en la guerra civil de Siria.

La Cámara de Representantes debatirá legislación este martes que requeriría que el Pentágono dé 15 días de aviso antes de cualquier entrenamiento y actualizaciones regulares después. La votación podría ocurrir el miércoles. La medida también necesita el apoyo del Senado.