El presidente Barack Obama autorizó el despliegue de otros 1.500 soldados estadounidenses a Irak en los próximos meses, informó el Departamento de Defensa el 7 de noviembre.
La iniciativa duplicará el número de efectivos que asesorarán y asistirán a las fuerzas iraquíes y kurdas en la batalla contra el grupo extremista Estado Islámico.
El Pentágono agregó que los asesores militares establecerían una serie de centros de formación adicionales en todo Irak, una expansión significativa de la campaña militar estadounidense contra el grupo militante sunita en Irak y Siria.
Funcionarios de la oficina del secretario de Defensa, Chuck Hagel, informaron que un número de personal militar estadounidense se desplegaría específicamente a la provincia de Anbar, según el New York Times.
"El secretario Hagel hizo esta recomendación al presidente Obama sobre la base de la solicitud del gobierno del Iraq, la evaluación del Comando Central de Estados Unidos de las unidades iraquíes, el progreso de las fuerzas de seguridad iraquíes en el campo de batalla, y en conjunto con el desarrollo de un plan de campaña de la coalición para defender las áreas clave e ir a la ofensiva contra el Estado Islámico de Irak y el Levante", señaló el Pentágono en un comunicado.
Además, la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca señaló que pediría al Congreso por $5,6 mil millones de dólares para operaciones de contingencia en el exterior, incluyendo $1.6 mil millones para entrenar y equipar tropas iraquíes.