El grupo Estado islámico ha demostrado ser experto en la radicalización de jóvenes musulmanes, y los países occidentales, incluyendo EE.UU., están descubriendo que la historia y creencias arraigadas en el Medio Oriente los ponen en desventaja en la lucha contra el reclutamiento terrorista.
Un popular mensaje de propaganda es que Occidente en general, y Estados Unidos en particular, están en guerra con el Islam.
También promueven una narrativa que la injerencia occidental es en gran parte responsable de los agravios históricos del mundo islámico.
Omer Taspinar, de la Brookings Institution, dijo que la memoria colectiva de la mayoría de los estados árabes se basa en un sentido de ser víctimas de una conspiración de los poderes externos.
"El victimismo es muy conveniente, ya que le permite escapar de la responsabilidad y la rendición de cuentas. Dado que nunca se es culpable, alguien tiene que ser culpable de todos los problemas ", dijo Taspinar.
"Dar rienda suelta a los medios de comunicación y culpar a Occidente sobre la base de que son racistas, orientalista, imperialista, por ejemplo, da como resultado que los ciudadanos de estos estados creen que su destino no está en sus manos".
Adel Iskandar, profesor asistente de Medios Globales en la Universidad Simon Fraser en Vancouver, señaló que la mayoría de las fronteras de los estados de la región fueron establecidas por potencias coloniales.
El papel desempeñado por Occidente en la región dejó profundas cicatrices en la psiquis nacional.
Iskandar agregó que el mensaje de los extremistas de que Occidente esta en guerra con el Islam debe mostrarse como falso, pero no que EE.UU. presente una contra-narrativa crítica de la interpretación de la enseñanza islámica.
"Tiene que haber un esfuerzo concertado por los musulmanes contra estado islámico en lugar de EE.UU., que se percibe como una sociedad judeocristiana", dijo.
Mientras las figuras religiosas en el mundo musulmán y asociaciones islámicas en Occidente han condenado la ideología como "odiosa", el grupo extremista se apresuró a en desestimarlos, diciendo que o bien no se ajustaban a las enseñanzas islámicas o están comprometidas por las sociedades occidentales e ideologías.
"No se trata sólo de condena, se trata más de revisitar las escrituras mismas para ver dónde y cómo estas interpretaciones han sido mal utilizados por el Estado islámico", dijo.
El exsecretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos, Philip Crowley, dijo que la interpretación alternativa debe dictarse comunidad por comunidad.
Con el tiempo, él cree que el enfoque más personal ayudará a persuadir a la gente común que lo que se describe es sólo un espejismo.
Crowley también admitió que el problema de credibilidad en el Medio Oriente de EE.UU. juega a favor de quienes tratan de radicalizar a los jóvenes musulmanes.
"Tenemos que reducir la brecha entre lo que se percibe que decimos y lo que se percibe que hacemos", dijo el exdiplomático estadounidense.
Iskandar dijo que Estado islámico gana seguidores diciéndoles a los jóvenes que están ayudando a enfrentar al imperialismo estadounidense.
"La forma más convincente para ofrecer un verdadero golpe no sólo a las teorías de la conspiración, sino también a los que pretenden que EE.UU. está en el lado equivocado de la historia en el Medio Oriente, es básicamente practicar lo que se predica", añadió Iskandar.
"Tenemos que corregir la política, derrotar al Estado islámico, seguir avanzando en el frente árabe-israelí, encontrar formas de estabilizar la situación en la región y producir políticas efectivas y reales en estos países", dijo Crowley.