Fuerzas iraquíes revisaban las calles de Ramadi el lunes en busca de explosivos y otras bombas caza-bobos posiblemente dejadas por militantes del grupo Estado islámico antes de perder el control de la ciudad.
Los soldados se movían hacia el centro del complejo gubernamental luego de recuperar el área el domingo.
Las fuerzas iraquís todavía no han declarado la victoria total puesto que aun quedan algunos yihadistas activos, pero la batalla por la recuperación de la ciudad ha sido una prueba significativa para el ejercito iraquí que prácticamente colapsó durante el asalto de los militantes en mayor pasado.
Las autoridades aseguran que las tropas no han encontrado resistencia desde que los militantes huyeron el domingo.
“Hemos rodeado el complejo desde todas las direcciones”, dijo el coronel Mohamed Ibrahim, portavoz del ejercito iraquí. “El área está en nuestras manos. No hay militantes dentro. Todos huyeron o fueron muertos”, aseguró
No ha habido un reporte confiable de bajas ni tampoco del número de civiles que permanecen en el centro de Ramadi, situada a 100 kilómetros al oeste de Bagdad, pero un portavoz iraquí afirmó que la mayoría de residentes han buscado refugio en un hospital cercano.