Con el tiempo encima, “si acaso se (llega a un acuerdo) será un parche, porque en cuatro días no se puede resolver nada”, dijo la senadora Kay Bailey Hutchison.
Para quienes esperaban un acuerdo para evitar el abismo fiscal como regalo de Navidad, probablemente van a tener que pensar en el Día de Reyes, porque de lo visto y oído el fin de semana en los programas políticos de televisión estadounidenses, no hay muchas perspectivas claras de arreglo.
"Creo que llegamos al 31 aquí", dijo el senador Joe Lieberman sobre la posibilidad de lograr una pacto. Y aun los que creen que se pueda dar algún arreglo, no esperan mucho. "Si acaso será un parche, porque en cuatro días no se puede resolver nada", dijo la senadora Kay Bailey Hutchison.
Con el colapso del plan "B" defendido por el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, Lieberman dijo que "es la primera vez que me siento más cerca de caer al abismo", lo cual significaría que aumentarían las impuestos para la mayoría de los estadounidenses y que habría una serie de recortes presupuestarios indiscriminados.
"Si lo permitimos, sería el mayor acto de irresponsabilidad en mucho tiempo, quizá el mayor en la historia de Estados Unidos por el impacto que tendría en todos los ciudadanos", dijo Lieberman, un senador independiente que representa al estado de Connecticut.
El presidente y los senadores se marcharon a vacaciones navideñas, pero han prometido retomar las negociaciones el miércoles 26. Obama puede tratar de negociar con el Senado, donde los republicanos parecen más dispuestos a llegar a un acuerdo, pero de todas maneras será la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos más reacios a ceder a las propuestas demócratas, donde se decida cualquier medida.
"Creo que llegamos al 31 aquí", dijo el senador Joe Lieberman sobre la posibilidad de lograr una pacto. Y aun los que creen que se pueda dar algún arreglo, no esperan mucho. "Si acaso será un parche, porque en cuatro días no se puede resolver nada", dijo la senadora Kay Bailey Hutchison.
Con el colapso del plan "B" defendido por el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, Lieberman dijo que "es la primera vez que me siento más cerca de caer al abismo", lo cual significaría que aumentarían las impuestos para la mayoría de los estadounidenses y que habría una serie de recortes presupuestarios indiscriminados.
"Si lo permitimos, sería el mayor acto de irresponsabilidad en mucho tiempo, quizá el mayor en la historia de Estados Unidos por el impacto que tendría en todos los ciudadanos", dijo Lieberman, un senador independiente que representa al estado de Connecticut.
El presidente y los senadores se marcharon a vacaciones navideñas, pero han prometido retomar las negociaciones el miércoles 26. Obama puede tratar de negociar con el Senado, donde los republicanos parecen más dispuestos a llegar a un acuerdo, pero de todas maneras será la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos más reacios a ceder a las propuestas demócratas, donde se decida cualquier medida.