Estados Unidos pidió a Afganistán y Pakistán que trabajen juntos para derrotar la violencia extremista, con la esperanza de que recientes ataques del Talibán no signifiquen un retroceso en los esfuerzos destinados a la paz y la reconciliación entre los afganos.
El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, dijo a los periodistas que Washington no tiene “datos de inteligencia específicos” que concluyan si Pakistán estuvo involucrado en recientes mortales ataques en el lado afgano de la frontera.
Kirby habló horas después que el presidente afgano, Ashraf Ghani, culpara directamente a Pakistán por estar detrás de los ataques suicidas del lunes en Kabul.
“Es de urgente interés para ambos países eliminar los refugios seguros y reducir la capacidad operacional del Talibán en ambos lados de la frontera” dijo Kirby.
Agregó que Washington tiene la esperanza de que los insurgentes de ambos países no descarrilen los esfuerzos destinados a buscar el fin del conflicto afgano a través de negociaciones pacíficas.
Funcionarios chinos y estadounidenses asistieron como “observadores” a la inauguración de las conversaciones de paz entre el gobierno afgano y el Talibán, de las que fue anfitrión Pakistán el 7 de julio.
Una segunda ronda de negociaciones estaba prevista para el 31 de julio, pero el Talibán se retiró del proceso a último momento tras reconocer la muerte de su líder de largo tiempo, el mulá Omar.