La revelación podría tener consecuencias para la campaña de Obama, que sostuvo durante una semana que el ataque donde murió el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses fue consecuencia de las turbas.
En una revelación que podría traer consecuencias políticas al presidente Barack Obama, funcionarios estadounidenses dijeron que el jefe de la estación de la CIA en Libia comunicó a Washington en las 24 horas posteriores al letal ataque del mes pasado al consulado de Estados Unidos que había evidencias de que fue obra de milicianos, y no un acto espontáneo provocado por una película antimusulmana.
Los dos funcionarios que hablaron a la Associated Press sobre el cable de la CIA hicieron las declaraciones en forma anónima debido a que carecen de autoridad para divulgar esa información.
Ambos funcionarios dijeron que el jefe de estación de la CIA en Libia compiló informes de inteligencia de testigos oculares en las primeras 24 horas después del asalto al consulado, los cuales indicaban que fueron milicianos los responsables de la violencia.
Éstos se valieron del pretexto de las manifestaciones contra instalaciones estadounidenses en Egipto en repudio a la película para encubrir sus actos.
El tema de quién supo qué y cuándo lo supo surgió repetidamente en los dos debates anteriores y seguramente volverá a mencionarse en el tercer y último debate que estará dedicado exclusivamente a la política exterior.
Por ahora se ignora quién, si es que alguien lo hizo, vio el cable fuera de la CIA en ese momento y qué tan alto llegó la información en la agencia.
El gobierno del presidente Obama sostuvo públicamente durante una semana que el ataque en Bengasi donde murió el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses fue consecuencia de las turbas que causaron cruentos disturbios en el mundo musulmán en torno al undécimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
Un comité de la Cámara de Representantes, dirigido por republicanos, interrogó durante varias horas a funcionarios del Departamento de Estado y están solicitando documentos para conocer lo que las agencias de espionaje sabían antes, durante y después del ataque.
La Casa Blanca dice ahora que la agresión posiblemente fue cometida por un grupo relacionado con al-Qaeda, sin que hubiera una manifestación pública previa. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, consideró que las versiones contradictorias iniciales se debieron a la "bruma de la guerra".
Los dos funcionarios que hablaron a la Associated Press sobre el cable de la CIA hicieron las declaraciones en forma anónima debido a que carecen de autoridad para divulgar esa información.
Ambos funcionarios dijeron que el jefe de estación de la CIA en Libia compiló informes de inteligencia de testigos oculares en las primeras 24 horas después del asalto al consulado, los cuales indicaban que fueron milicianos los responsables de la violencia.
Éstos se valieron del pretexto de las manifestaciones contra instalaciones estadounidenses en Egipto en repudio a la película para encubrir sus actos.
El tema de quién supo qué y cuándo lo supo surgió repetidamente en los dos debates anteriores y seguramente volverá a mencionarse en el tercer y último debate que estará dedicado exclusivamente a la política exterior.
Por ahora se ignora quién, si es que alguien lo hizo, vio el cable fuera de la CIA en ese momento y qué tan alto llegó la información en la agencia.
El gobierno del presidente Obama sostuvo públicamente durante una semana que el ataque en Bengasi donde murió el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses fue consecuencia de las turbas que causaron cruentos disturbios en el mundo musulmán en torno al undécimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
Un comité de la Cámara de Representantes, dirigido por republicanos, interrogó durante varias horas a funcionarios del Departamento de Estado y están solicitando documentos para conocer lo que las agencias de espionaje sabían antes, durante y después del ataque.
La Casa Blanca dice ahora que la agresión posiblemente fue cometida por un grupo relacionado con al-Qaeda, sin que hubiera una manifestación pública previa. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, consideró que las versiones contradictorias iniciales se debieron a la "bruma de la guerra".