Analizan sanciones a Irán

Los gobiernos europeos tienen un acuerdo inicial para un embargo sobre las importaciones de petróleo iraní.

El 23 de enero los cancilleres europeos dedicidirán formalmente sobre un embargo petrolero a Irán.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, se encuentra este martes 10 de enero de 2012 en Beijing con el fin de convencer a los chinos para que respalden las sanciones de Washington contra la industria petrolera de Irán.

Geithner aspira a que China coopere con una ley estadounidense recientemente promulgada, que establece sanciones a las instituciones financieras que tengan relaciones con el Banco Central de Irán, que es el centro de distribución para las exportaciones de crudo iraníes. La ley tiene el propósito de poner fin al controversial programa nuclear de Irán.

Por su parte China, el principal cliente petrolero de Teherán, se ha opuesto reiteradamente a las sanciones de Estados Unidos, argumentando que son unilaterales y que no ayudarán a convencer a Irán a que abandone su controversial programa nuclear.

A comienzos de semana el vice canciller chino Cui Tiankai defendió las importaciones iraníes, argumentando que las relaciones comerciales entre Beijing y Teherán no tienen que ver con el tema nuclear.

El jueves, Geithner viajará a Japón, país que depende del petróleo iraní para el 10% de su suministro de energía.

Europa analiza sanciones petroleras

Mientras tanto, en Bruselas, los representantes de los gobiernos de la Unión Europea emitieron un comunicado donde indican que aprobaron este mismo martes 10 de enero, adelantar en una semana, para el 23 de enero, un encuentro de cancilleres para decir formalmente sobre un embargo petrolero a Irán.

El bloque de 27 naciones europeas justificó la decisión citando un conflicto de fechas, ya que la que había sido marcada originalmente, para el 30 dde enero, coincidía con la cumbre de líderes europeos.

Los gobiernos europeos tienen un acuerdo inicial para un embargo sobre las importaciones de petróleo iraní, para aumentar la presión al gobierno de Teherán para que abandone su programa nuclear.

Pero los países europeos aún deberán ajustar los detalles de la medida que se unirá a la decidida por Estados Unidos a fin de año, para impedir que las refinerías de la mayoría de los países compren crudo de Irán.