El gobierno del presidente Donald Trump continuará restringiendo "por un tiempo limitado" los viajes internacionales, de manera que solo puedan entrar al país estadounidenses y residentes legales, para evitar la propagación del nuevo coronavirus, informaron el lunes fuentes oficiales.
"Nos hemos comprometido a tener estas restricciones vigentes por un tiempo limitado, pero esa limitación es difícil de ver en este momento. Será cuando la propagación del virus ya no represente una amenaza para los Estados Unidos o nuestros vecinos", aseguró un alto funcionario del departamento de Seguridad Nacional (DHS) en una conferencia de prensa telefónica.
El vocero sostuvo que la "rápida decisión del presidente de restringir los viajes desde y hacia China cuando el virus comenzó a propagarse, permitió que no se diera un mayor brote hasta ahora".
"Desde enero, nos ha estado criticando a todos y al gobierno de Estados Unidos por ser agresivos en identificar las oportunidades de que el virus se propague", lamentó el funcionario.
Dijo además que si otros países hubieran actuado de la misma manera desde un principio, se hubiera evitado una crisis como la que se vive ahora.
"Francamente, deseamos que todos hubieran impuesto restricciones similares, ya que podría haber frenado la propagación a otras partes del mundo, como el norte de Italia", dijo.
Sobre cuánto tiempo durarán las restricciones, reconoció que no hay una respuesta clara: "Cuando el mundo comience a volver a la normalidad".
Con respecto a las naciones sobre las que pesan estas restricciones, el funcionario fue tajante al señalar que estar en esa lista de países vetados implica que los ciudadanos estadounidenses y los residentes legales permanentes en EE.UU. pueden volar de regreso a casa, "pero los ciudadanos extranjeros ya no pueden volar desde esos lugares a los Estados Unidos", explicó el funcionario.
Asimismo, se refirió al cierre que hay en las fronteras con Canadá y México.
"No es sorprendente que, desde que entró en vigencia el viernes a la medianoche, hemos visto que el tráfico en la frontera norte se redujo en un 75%, aproximadamente. Y en la frontera sur por casi dos tercios. Obviamente, ese es un cambio muy dramático en el intercambio de personas entre nuestros tres países, ya que estamos acostumbrados a tener algunas de las fronteras más concurridas del mundo", mencionó.
Recalcó que el tránsito de carga entre los tres países continúa y que, de la misma manera, el intercambio comercial seguirá funcionando.
Por último, se refirió a los ciudadanos estadounidenses que se encuentran varados en otros países que ya pusieron restricciones de entrada y salida de personas, una situación agravada por los pocos vuelos que están operando.
"Nuestro departamento de Estado está trabajando en ese desafío en todo el mundo. Y lentamente, pero de forma segura, trabajando con nuestros aliados, así que esperamos ayudarles a llegar a casa", dijo.