Los precios en la economía estadounidense aumentaron un modesto 0,8% durante los pasados 12 meses.
El informe de este martes divulgado por el Departamento de Trabajo muestra que la tasa de inflación fue un poco más lenta en julio que en el mes previo, a medida que declinó el precio de la gasolina.
Una medida clave de la inflación permanece por debajo de la meta de inflación de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que puede hacer menos probable que el banco central aumente las tasas de interés en septiembre.
Durante la recesión, la Fed redujo las tasas de interés a casi cero para impulsar el crecimiento. En diciembre del año pasado, las autoridades monetarias aumentaron la tasa levemente, y muchos economistas anticipaban que seguirían aumentándola por algún tiempo. Hasta ahora, eso no ha ocurrido.
Algunos expertos están preocupados de que mantener las tasas de interés tan bajas por demasiado tiempo podría generar una dañina inflación.
La inflación podría ser impulsada eventualmente por un aumento en los salarios. El desempleo ha disminuido desde un nivel del 10% a un 4,9% actualmente, y algunos empleadores dicen que están teniendo problemas para encontrar trabajadores con ciertas destrezas. La escasez podría forzar a las compañías a aumentar los salarios para atraer a empleados clave.
El mejor mercado laboral podría impulsar la demanda por casas. Expertos del gobierno reportaron que los fabricantes de viviendas iniciaron la construcción de un 2,1% más de casas en julio que en el mes previo. Eso significa casi un 9% más que hace un año. Si la construcción de nuevas casas sigue a ese ritmo durante un año, se habrán construido más de un millón 200.000 viviendas.
Un informe separado de la Fed muestra que la producción industrial se incrementó en 0,7% en julio, lo que es más que lo registrado en junio.