El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, anunció el despliegue de 14 interceptores de misiles adicionales en territorio estadounidense ante las amenazas de Irán y Corea del Norte.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, anunció un plan para reforzar el sistema de defensa antimisiles del país en Alaska, a fin de contrarrestar la creciente amenaza de Corea de Norte.
Hagel aseguró que se desplegarán 14 interceptores de misiles adicionales en territorio estadounidense hasta 2017, y anunció la instalación de otro radar en Japón, ante las amenazas de Irán y Corea del Norte.
“Vamos a fortalecer nuestras capacidades de defensa de misiles en varias formas, debido a las crecientes amenazas de Irán y Corea del Norte”, dijo el secretario de Defensa en una rueda de prensa en el Pentágono.
Mientras que el limitado sistema de defensa antimisiles no ofrece una garantía al cien por ciento de derribar un ataque de Corea del Norte, el incremento de las armas estadounidenses envía una clara señal de disuasión a cualquier intención bélica de Corea del Norte.
Hagel informó además de que se intentará acelerar la instalación de más interceptores terrestres en territorio estadounidense, por lo que ya se están realizando “estudios de impacto ambiental” en distintas zonas del país.
Hagel aseguró que se desplegarán 14 interceptores de misiles adicionales en territorio estadounidense hasta 2017, y anunció la instalación de otro radar en Japón, ante las amenazas de Irán y Corea del Norte.
“Vamos a fortalecer nuestras capacidades de defensa de misiles en varias formas, debido a las crecientes amenazas de Irán y Corea del Norte”, dijo el secretario de Defensa en una rueda de prensa en el Pentágono.
Mientras que el limitado sistema de defensa antimisiles no ofrece una garantía al cien por ciento de derribar un ataque de Corea del Norte, el incremento de las armas estadounidenses envía una clara señal de disuasión a cualquier intención bélica de Corea del Norte.
Hagel informó además de que se intentará acelerar la instalación de más interceptores terrestres en territorio estadounidense, por lo que ya se están realizando “estudios de impacto ambiental” en distintas zonas del país.