El presidente urgió al Congreso a empezar por lo que teóricamente ya están de acuerdo, y dejar la negociación de un presupuesto balanceado para más adelante.
El presidente Barack Obama defendió este miércoles desde la Casa Blanca la necesidad de extender los recortes impositivos a la clase media estadounidense, supuestos a expirar el 1 de enero si no se llega a un acuerdo antes con los congresistas republicanos.
“Si todos estamos teóricamente de acuerdo en que hay que extender estos recortes de impuestos, empecemos por allí”, sugirió el presidente, quien dijo que se puede dejar la discusión más amplia sobre un presupuesto balanceado para el siguiente año.
“Mi esperanza es que tengamos esto listo para antes de la Navidad”, añadió.
Su discurso fue parte de una ofensiva para presionar por evitar la caída a un “abismo fiscal”, un aumento automático de recortes presupuestarios e impuestos, que entraría en vigor a partir del próximo año.
En ese mismo afán, el presidente recibe esta misma tarde a puerta cerrada a los directores de algunas de las más importantes corporaciones estadounidenses, mientras ha trabajado para conseguir apoyo del público al crear un hashtag, #My2K, que trata sobre el impasse con los republicanos.
“Le pido al Congreso que escuche a la gente que nos puso aquí y le pido a la gente que haga oír su voz”, añadió el Presidente.
Obama estuvo rodeado de personas que saldrían afectadas si los recortes de impuestos no se renuevan.
Más temprano, el vocero de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, había dicho estar “optimista” de poder seguir trabajando para evitar esta crisis “más temprano que tarde”.
Sin embargo, Boehner advirtió que “No vamos a hacer crecer la economía si subimos los impuestos ... Estamos dispuestos a poner los ingresos sobre la mesa de negociación, siempre y cuando no se suban los impuestos".
“Si todos estamos teóricamente de acuerdo en que hay que extender estos recortes de impuestos, empecemos por allí”, sugirió el presidente, quien dijo que se puede dejar la discusión más amplia sobre un presupuesto balanceado para el siguiente año.
“Mi esperanza es que tengamos esto listo para antes de la Navidad”, añadió.
Su discurso fue parte de una ofensiva para presionar por evitar la caída a un “abismo fiscal”, un aumento automático de recortes presupuestarios e impuestos, que entraría en vigor a partir del próximo año.
En ese mismo afán, el presidente recibe esta misma tarde a puerta cerrada a los directores de algunas de las más importantes corporaciones estadounidenses, mientras ha trabajado para conseguir apoyo del público al crear un hashtag, #My2K, que trata sobre el impasse con los republicanos.
“Le pido al Congreso que escuche a la gente que nos puso aquí y le pido a la gente que haga oír su voz”, añadió el Presidente.
Obama estuvo rodeado de personas que saldrían afectadas si los recortes de impuestos no se renuevan.
Más temprano, el vocero de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, había dicho estar “optimista” de poder seguir trabajando para evitar esta crisis “más temprano que tarde”.
Sin embargo, Boehner advirtió que “No vamos a hacer crecer la economía si subimos los impuestos ... Estamos dispuestos a poner los ingresos sobre la mesa de negociación, siempre y cuando no se suban los impuestos".