Como un trazo con un lápiz gigante en el cielo, un misil nuclear desarmado Minuteman 3 rugió de su bunker subterráneo en la costa de California el jueves y se elevó sobre el Pacífico, inscribiendo la firma del poder estadounidense en medio de crecientes preocupaciones sobre la búsqueda por parte de Corea del Norte de armas nucleares capaz de alcanzar Estados Unidos.
Cuando se trata de disuadir un ataque de Corea del Norte u otros potenciales adversarios, el misil es el mensaje.
A las 11:01 de la noche del jueves, hora de la costa oeste de EE.UU., el misil Minuteman, con una carga de instrumentos de prueba en lugar de una ojiva nuclear, se elevó en medio de la oscuridad en una explosión de llamas. Su objetivo era el campo de pruebas en aguas del atolón Kwajalein, un archipiélago a unas 2.500 millas al suroeste de Honolulu.
Unos 30 minutos después el vehículo de reingreso que lleva la carga del misil llegó a su objetivo, dijo el coronel Craig Ramsey, comandante del escuadrón 576 de prueba de vuelo, a un grupo de observadores, incluyendo el vicesecretario de Defensa Robert Work y Cecil Haney, el principal comandante de guerra nuclear.
La prueba del misil, llamado “Glory Trip 218” fue la segunda este mes y la más reciente en una serie designada a confirmar la confiabilidad de los misiles de la era de la guerra fría y todos sus componentes.
El Minuteman 3, desplegado por primera vez en 1970, ha excedido su periodo de vida original de 10 años. Es tan antiguo que partes vitales no se producen más.
La Fuerza Aérea opera 450 misiles Minuteman, 150 en cada uno de los campos de misiles en Wyoming, Montana y Dakota del Norte.