La parte central de Estados Unidos se prepara para otro día de condiciones climáticas adversas este miércoles, después de que una serie de tormentas trajeron granizo y fuertes vientos, pero no tantos tornados como se había temido.
El Servicio Nacional de Meteorología predijo que 60 millones de personas desde la costa de Golfo de México hasta el Medio Oeste, Carolina del Norte y Virginia están en alerta de fuertes tormentas. Las condiciones más adversas se han pronosticado para la zona desde Houston hasta Iowa.
“Este tipo de condiciones apoyará supercélulas capaces de todos los peligros, aunque granizo de gran tamaño parece ser la primera amenaza severa”, dijeron meteorólogos.
El martes cayó granizo del tamaño de un pomelo en el norte de Kansas, mientras vientos con fuerza casi huracanada de 74 kilómetros por hora azotaron comunidades en Nebraska, Missouri y Texas. Se informó de árboles y líneas del tendido eléctrico derribados y daños en techos en partes de Texas y Oklahoma.
No se informó sobre muertes, sin embargo en el Norte de Texas, cuatro personas fueron hospitalizadas después que su vehículo fue sorprendido por un tornado que azotó el martes por la noche, dijo Carl Hudman, jefe de Policía de Howe.