De los 50 millones de latinos de EE.UU., solo 7 millones votaron en las presidenciales de 2008. Las predicciones para 2012 no son mucho mayores.
El llamado voto latino se ha convertido en uno de los principales objetivos para los candidatos presidenciales en Estados Unidos en 2012. Ambos contratan asesores especializados, lanzan anuncios en español y aparecen en foros hispanos en tantas ocasiones como pueden.
¿Pero realmente pesa tanto el colectivo latino? El profesor de Periodismo y Política pública, Roberto Suro, cree que el voto hispano
Uno de los en la conferenciantes, fue el periodista del Washington Post Manuel-Roig Franzia, que acaba de presentar la biografía no autorizada del senador y probable compañero de candidatura de Mitt Romney, Marco Rubio. El libro se titula “El Alza de Marco Rubio”.
Las investigaciones de este periodista para su libro le llevaron a descubrir datos han causado grandes dolores de cabeza a la estrella latina del Partido Republicano. Por ejemplo, que Rubio y su familia llegaron a EE.UU. en 1956, antes de la llegada al poder de Fidel Castro, y por lo tanto no vinieron huyendo de la dictadura, como él había contado en numerosas ocasiones. Precisamente ese era el gran argumento para considerar a sus padres como exiliados y no como inmigrantes. ¿Fue una confusión como dice Rubio o estaba mintiendo para ganarse la simpatía del influyente electorado del exilio cubano en Florida? Esa es una pregunta que según Roig-Franzia, siempre perseguirá al senador.
Rubio tiene apenas 41 años, lleva solo dos siendo senador y sin embargo ha conquistado con muchísima fuerza en muy poco tiempo a la escena política nacional. ¿Podría acabar siendo un bluf? ¿un nuevo Sarah Palin que se desvanece sin dejar rastro al poco tiempo?
Según el periodista, este sería un candidato de “grandes riesgos”, pero que podría ser también uno de “grandes recompensas”. Su historia es poderosa y atrayente para muchos, y tiene un discurso “dinámico y que hace que la gente reaccione, cuando él habla, para algunos es como si estuviera ahí Mick Jagger”, bromeó Manuel Roig-Franzia.
Hijo de inmigrantes o de exiliados, con su retórica y con sus riesgos o sin ellos, su biógrafo no autorizado cree que nos encontramos ante el hispano que ha estado más cerca de la Casa Blanca en la historia de EE.UU.
no es tan importante por su peso actual, sino por el peso que adquirirá en los próximos años. Así lo ha explicado en una conferencia celebrada hoy en la Fundación Nueva América en Washington DC que ha reunido a diversos analistas y periodistas para tratar de dar una respuesta a la pregunta de si las elecciones de 2012 serán las elecciones latinas.
El profesor Suro defiende su afirmación con datos. De los 50 millones de hispanos que viven en EE.UU., el 58 % no puede votar. Algo más de 17 millones porque no tienen la edad, y otros 12 millones porque simplemente no son ciudadanos. Además, de los 21 millones y medio de personas que sí pueden votar, solo unos 7 millones votaron en 2008, lo cual reduce su peso.
Suro destaca que alrededor del 60 o 65 % de los votantes latinos viven en estados poco importantes electoralmente, o más bien donde el voto ya está decidido, y por lo tanto no son los que pueden marcar la diferencia.
De los estados en los que todavía el voto no está decidido, y por lo tanto son clave, solo hay tres (Colorado, Nevada y Florida) en los que el voto hispano supera el 10% del total. En Florida, el mayor de ellos y en el que el voto hispano alcanza a un 15% del total, la división del voto es tan compleja, que los hispanos pierden fuerza como bloque electoral.
Por todas estas razones, Suro cree que la clave está en los 17 millones de hispanos que son ahora menores de edad. “Si miras el patio de un colegio, verás una América muy distinta de la que ves en un lugar de trabajo o en un hogar de jubilados… pero para que un niño se convierta en un votante tienen que pasar 18 años”, explica resaltando como solo un 50% de los niños americanos hasta cinco años son blancos.
Los hispanos que hoy tienen entre 15 y 19 años, son 6 millones 700.000, y constituirán más del 30 % del total del electorado cuando alcancen la mayoría de edad.
Precisamente a la luz de esos datos cree que lo que hace importantes a los hispanos como grupo electoral es su potencial. El vicepresidente y director editorial la fundación organizadora, Andrés Martínez, resumía esta idea comparando la fuerza del electorado hispano con la fuerza de Brasil en la escena internacional, porque lo que se le da tanta o más importancia por su rápido crecimiento y potencial como por su poder actual.
Sin embargo, Tamar Jacoby, la presidenta de “Inmigrations Works USA”, contestando a las preguntas del reportero de la Voz de América, Alberto Pimienta, cree que hay varios factores que hacen al voto latino decisivo a día de hoy.
Por ejemplo, los estados de Florida o Clorado o Virginia. Con un 8% de población hispana según el censo de 2010, Virginia se ha convertido en un estado “emergentemente clave”, “donde en una elección reñida -como se prevé que sea la de noviembre – el voto hispano de Virginia puede marcar la diferencia” opinó Jacoby.
http://www.youtube.com/embed/hufjdgwq4dM
¿Pero realmente pesa tanto el colectivo latino? El profesor de Periodismo y Política pública, Roberto Suro, cree que el voto hispano
El hispano más cercano a la Casa Blanca
El hispano más cercano a la Casa Blanca de la historia
Uno de los en la conferenciantes, fue el periodista del Washington Post Manuel-Roig Franzia, que acaba de presentar la biografía no autorizada del senador y probable compañero de candidatura de Mitt Romney, Marco Rubio. El libro se titula “El Alza de Marco Rubio”.
Las investigaciones de este periodista para su libro le llevaron a descubrir datos han causado grandes dolores de cabeza a la estrella latina del Partido Republicano. Por ejemplo, que Rubio y su familia llegaron a EE.UU. en 1956, antes de la llegada al poder de Fidel Castro, y por lo tanto no vinieron huyendo de la dictadura, como él había contado en numerosas ocasiones. Precisamente ese era el gran argumento para considerar a sus padres como exiliados y no como inmigrantes. ¿Fue una confusión como dice Rubio o estaba mintiendo para ganarse la simpatía del influyente electorado del exilio cubano en Florida? Esa es una pregunta que según Roig-Franzia, siempre perseguirá al senador.
Rubio tiene apenas 41 años, lleva solo dos siendo senador y sin embargo ha conquistado con muchísima fuerza en muy poco tiempo a la escena política nacional. ¿Podría acabar siendo un bluf? ¿un nuevo Sarah Palin que se desvanece sin dejar rastro al poco tiempo?
Según el periodista, este sería un candidato de “grandes riesgos”, pero que podría ser también uno de “grandes recompensas”. Su historia es poderosa y atrayente para muchos, y tiene un discurso “dinámico y que hace que la gente reaccione, cuando él habla, para algunos es como si estuviera ahí Mick Jagger”, bromeó Manuel Roig-Franzia.
Hijo de inmigrantes o de exiliados, con su retórica y con sus riesgos o sin ellos, su biógrafo no autorizado cree que nos encontramos ante el hispano que ha estado más cerca de la Casa Blanca en la historia de EE.UU.
El profesor Suro defiende su afirmación con datos. De los 50 millones de hispanos que viven en EE.UU., el 58 % no puede votar. Algo más de 17 millones porque no tienen la edad, y otros 12 millones porque simplemente no son ciudadanos. Además, de los 21 millones y medio de personas que sí pueden votar, solo unos 7 millones votaron en 2008, lo cual reduce su peso.
Suro destaca que alrededor del 60 o 65 % de los votantes latinos viven en estados poco importantes electoralmente, o más bien donde el voto ya está decidido, y por lo tanto no son los que pueden marcar la diferencia.
De los estados en los que todavía el voto no está decidido, y por lo tanto son clave, solo hay tres (Colorado, Nevada y Florida) en los que el voto hispano supera el 10% del total. En Florida, el mayor de ellos y en el que el voto hispano alcanza a un 15% del total, la división del voto es tan compleja, que los hispanos pierden fuerza como bloque electoral.
Por todas estas razones, Suro cree que la clave está en los 17 millones de hispanos que son ahora menores de edad. “Si miras el patio de un colegio, verás una América muy distinta de la que ves en un lugar de trabajo o en un hogar de jubilados… pero para que un niño se convierta en un votante tienen que pasar 18 años”, explica resaltando como solo un 50% de los niños americanos hasta cinco años son blancos.
Los hispanos que hoy tienen entre 15 y 19 años, son 6 millones 700.000, y constituirán más del 30 % del total del electorado cuando alcancen la mayoría de edad.
Precisamente a la luz de esos datos cree que lo que hace importantes a los hispanos como grupo electoral es su potencial. El vicepresidente y director editorial la fundación organizadora, Andrés Martínez, resumía esta idea comparando la fuerza del electorado hispano con la fuerza de Brasil en la escena internacional, porque lo que se le da tanta o más importancia por su rápido crecimiento y potencial como por su poder actual.
Sin embargo, Tamar Jacoby, la presidenta de “Inmigrations Works USA”, contestando a las preguntas del reportero de la Voz de América, Alberto Pimienta, cree que hay varios factores que hacen al voto latino decisivo a día de hoy.
Por ejemplo, los estados de Florida o Clorado o Virginia. Con un 8% de población hispana según el censo de 2010, Virginia se ha convertido en un estado “emergentemente clave”, “donde en una elección reñida -como se prevé que sea la de noviembre – el voto hispano de Virginia puede marcar la diferencia” opinó Jacoby.
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