La Casa Blanca confirmó este martes que el presidente Donald Trump nombrará para el Tribunal Supremo a un magistrado "originalista", una doctrina jurídica que aboga por la interpretación textual de la Constitución, tal y como lo habrían hecho sus autores en el XVIII y sin tener en cuenta los cambios sociales acaecidos desde entonces.
“Su nominado va a ser alguien con un expediente sólido, alguien cuyas cualidades incluyan ser un ‘textualista’, un 'originalista', alguien que creemos que movilizará a los republicanos (…). Alguien que creemos que unificará a los republicanos”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en rueda de prensa.
La vocera agregó que Trump "quiere" un juez que "proteja" los derechos fundamentales y las libertades esenciales, "que vea la Constitución tal y como está escrita y que no intente interpretar caprichosamente ese documento".
“Estamos a sólo un voto de que nos despojen de nuestra libertad religiosa, de que nos despojen de nuestro derecho a la expresión, de que nos despojen de nuestra segunda enmienda. Sólo un voto", comentó McEnany en referencia a la composición de la Corte Suprema hasta la muerte, el pasado viernes, de la magistrada progresista Ruth Bader Ginsburg, con cinco jueces conservadores y cuatro liberales
También lea Ruth Bader Ginsburg, símbolo de la lucha social en el Supremo de EE.UU.La muerte de Ginsburg a menos de 50 días para las elecciones de noviembre ha generado una gran preocupación entre el electorado demócrata, que teme que el nombramiento de un nuevo juez conservador -especialmente, un "originalista"- podría posibilitar un retroceso en los derechos relativos al aborto, las minorías o la comunidad LGBT.
Esta circunstancia, unida al hecho de que hace cuatro años los republicanos bloquearon el nombramiento de un juez del Supremo alegando que era año electoral, ha llevado a la oposición a sopesar opciones para retrasar o impedir el nombramiento, según reportan medios locales.
McEnany defendió la controvertida decisión del presidente de llenar la vacante, reiterando que se trata de un "deber constitucional" y aseguró que lo que Trump quiere es que se produzca "un proceso de confirmación justo".
“El presidente ya ha nombrado a dos sólidos magistrados conservadores en la Corte Suprema. Jueces que interpretan la Constitución tal y como está escrita. Y ahora nominará a un tercero", zanjó la portavoz.