El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, admitió que la situación que hay en la frontera sur de Estados Unidos, con miles de inmigrantes tratando de entrar a Estados Unidos, no es algo que se pueda “transformar de la noche a la mañana”.
Se refirió a lo que definió como el “daño provocado en los últimos cuatro años”, en alusión a la gestión del anterior presidente, Donald Trump.
“Nuestra responsabilidad principal es preservar nuestro territorio y a los estadounidenses. Estamos más seguros cuando hacemos un acercamiento más comprensivo y sostenible a la gestión de la frontera, asegurando que las políticas y los procedimientos ahí se alinean con los valores estadounidenses, las leyes y las regulaciones inmigratorias”, señaló el alto funcionario durante una comparecencia ante el Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes.
En su discurso, Mayorkas admitió que el gobierno federal está haciendo frente a la situación inmigratoria “sin precedentes” en la frontera situada en el suroeste del país, especialmente porque se están registrando “niveles récord de niños no acompañados” en esa zona.
Aunque las familias y los adultos individuales arrestados por los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP en inglés) son devueltos a México, los menores quedan bajo la custodia del gobierno federal: “[Esto] supone un cambio con las prácticas de la anterior administración”, afirmó Mayorkas.
El máximo responsable del DHS es consciente de que “no hay una única solución” que revierta la profunda crisis inmigrante que hay en estos momentos en la frontera, pero mostró su intención de arreglar esta situación lo antes posible.
Para ello, la Administración se ha comprometido a enfocarse en las razones por las que los inmigrantes, especialmente los centroamericanos, se ven obligados a abandonar sus países de origen y arriesgar sus vidas en busca de oportunidades. Esas razones, a tenor de informes del DHS, aluden a la inseguridad, la presión de las bandas, el crimen organizado y la inestabilidad económica.
“Debemos comprometernos con los gobiernos regionales y otros sociales para aliviar la inseguridad, la violencia, la corrupción y la pobreza sistémica que expulsa a los migrantes de sus hogares”, declaró Mayorkas ante el Comité que se celebró vía telemática por el coronavirus.
Cooperación con gobiernos y organismos en la región
Por otro lado, defendió el hecho de “trabajar con los gobiernos regionales y las organizaciones humanitarias” con el objetivo de “brindar a los potenciales migrantes oportunidades significativas para buscar protección lo más cerca posible de su hogar”. Todo ello con el objetivo de no tener que emprender una peligrosa travesía por la región y con el temor de caer en manos de bandas organizadas.
“Estas oportunidades deben incluir programas de reasentamiento y reunificación familiar de refugiados en Estados Unidos y otros países de la región, y programas regionales de reubicación e integración”, expresó.
Mayorkas recordó que este plan necesita el respaldo de los socios de Estados Unidos en la región para cooperar en esta crisis y, de alguna manera, también buscar una solución para los miles de migrantes que pretenden llegar hasta la frontera del país.
“Debemos garantizar la responsabilidad compartida con otros países de la región apoyando sus esfuerzos para mejorar sus capacidades de adjudicación de asilo y proteger a los migrantes”, manifestó evidenciando que “debemos mejorar drásticamente nuestro sistema para procesar a los migrantes en la frontera y resolver sus solicitudes de asilo de manera justa y oportuna”.
Los niños no acompañados, su prioridad
El secretario del gobierno federal subrayó que una de las principales prioridades del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris “es revertir los efectos de las crueles políticas inmigratorias de la anterior administración que separó a niños de sus padres”.
“Las familias permanecen unidas. La administración Biden-Harris protegerá la unidad familiar y se asegurará de que los niños que ingresan a Estados Unidos no sean separados de sus padres con el propósito de reducir los flujos migratorios. Las separaciones solo ocurrirán cuando sea inevitablemente necesario, como por ejemplo para la seguridad y el bienestar del niño o según lo requiera la ley”.
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Supresión del MPP
Casi cuatro semanas después de que Biden tomara posesión de su cargo, suspendió el Programa de Protección para Migrantes (MPP en inglés), una medida impuesta por su antecesor que obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras un juez decidía por su caso.
Mayorkas subrayó el trabajo que se ha estado haciendo en este tiempo con el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, el Gobierno de México y las organizaciones humanitarias nacionales e internacionales para una mejor coordinación de estos casos.
“Junto a estas agencias, el DHS ha establecido un sistema de clasificación en el norte de México para identificar, priorizar y canalizar los casos de MPP para seleccionar los puertos de entrada de Estados Unidos de acuerdo a nuestra capacidad para procesar de manera segura a las personas en esos puertos”, dijo.
En ese sentido agregó que su departamento también está trabajando para “mejorar drásticamente” el tiempo de procesamiento de las solicitudes de asilo político en la frontera sur del país.
“Estamos explorando las diversas opciones para aumentar la equidad y la eficiencia en el procesamiento de las solicitudes de asilo”, aseguró.
Con todo también se mostró confiado en trabajar con el Congreso de Estados Unidos con el objetivo de “restaurar la humanidad y los valores estadounidenses en el sistema migratorio” a través de una reforma migratoria que requiere la aprobación en ambas cámaras.
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