El Gobierno del presidente Joe Biden ha decidido reabrir las fronteras a aquellos migrantes que actualmente aguardan en México a que Estados Unidos procese sus solicitudes de residencia bajo el Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), informaron fuentes oficiales.
Según detallaron altos funcionarios de la administración este jueves, durante una rueda de prensa telefónica, en principio se habilitarán dos puestos fronterizos -que aún no han sido revelados- para procesar a los migrantes, si bien la idea del gobierno es "en un futuro, poder expandir [el programa] a otros puertos de entrada".
Por el momento, la Administración Biden ha dejado claro que su intención es actuar rápidamente para revertir las "contraproducentes" medidas migratorias adoptadas por el expresidente Donald Trump. “Estamos empezando con los casos abiertos porque, sinceramente, son los más sencillos de identificar y procesar", concedió durante la llamada telefónica una alta funcionaria que pidió no ser identificada.
Se estima que cada uno de estos dos puestos fronterizos podrán procesar hasta 300 solicitudes al día.
También lea ¿Por qué emigran los centroamericanos?La primera fase del plan entrará en vigor a partir del 19 de febrero, según un comunicado de la Casa Blanca, y beneficiará a los cerca de y 25.000 individuos y cuyos casos se encuentra bajo revisión de la Oficina Ejecutiva de Revisión Migratoria (EOIR).
Es decir, en un principio, sólo podrán acogerse a la medida aquellos que ya están registrados en el MPP -el conocido como 'Permanecer en México'- y quienes se encuentren en situación de "especial vulnerabilidad", que serían identificados por organizaciones humanitarias que operan en la frontera.
"Esta última acción es otro paso acorde con nuestro compromiso de reformar las políticas migratorias que no se ajustan a los valores de nuestra nación", señaló el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, citado en el comunicado.
Los funcionarios recalcaron que, los beneficiarios no deben hacer nada por el momento, "sólo aguardar instrucciones". Serán las autoridades estadounidenses las que se pongan en contactos con ellos para comunicarles que su proceso está en marcha.
Esta última acción es otro paso acorde con nuestro compromiso de reformar las políticas migratorias"
Alejandro Mayorkas, secretario del DHS
El programa 'Permanecer en México' fue fruto de un acuerdo entre el expresidente Donald Trump y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López-Obrador, firmado en diciembre de 2018, cuyo objetivo era frenar la entrada de migrantes irregulares en Estados Unidos obligándoles a aguardar en el país vecino a que su solicitud de residencia fuera aprobada.
Numerosas organizaciones denunciaron que el gobierno apenas destinó fondos al proyecto con el objetivo de ralentizar el proceso, que finalmente quedó en el limbo definitivamente el pasado mes de abril, cuando la Administración Trump suspendió todos los procesos migratorios debido a la pandemia, dejando a miles de migrantes varados en México.
A pesar del aperturismo, cabe señalar que los protocolos adoptados por causa de la pandemia, permanecen activos, por lo que los migrantes deberán someterse a un test de coronavirus, antes de que las autoridades les trasladen a la frontera. A partir de ese momento, su caso será remitido al tribunal pertinente.
"Por ello, instamos a la gente a que no venga a la frontera excepto para llevar a cabo este proceso", apuntó un segundo alto funcionario, que tampoco quiso ser identificado, durante la llamada telefónica.
En este sentido, ambos funcionarios se hicieron eco de las palabras de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien también el jueves desaconsejó a los migrantes dirigirse a Estados Unidos en estos momentos, debido a la pandemia y a que aún no ha dado tiempo a poner en marcha los mecanismos necesarios. "La frontera no está abierta", recalcó la vocera.