Los preparativos para el juicio político de Donald Trump en el Senado sigue su curso. Los argumentos de apertura por el ataque violento de sus seguidores al Capitolio federal comenzarán la semana del 8 de febrero. Será la segunda vez en la que Trump es acusado y la primera ocasión en que un expresidente enfrentará ese tipo de proceso tras dejar el puesto.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, anunció el calendario la tarde del viernes tras alcanzar un acuerdo con los republicanos, que habían presionado para demorar el juicio con el fin de darle a Trump una oportunidad de organizar a su equipo de abogados y preparar su defensa. El cargo único en su contra es "incitar a la insurrección".
El primer paso se dará el lunes próximo. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, enviará el artículo de juicio político el lunes y el martes se juramentará a senadores para que se desempeñen como jurados.
La fecha de inicio en febrero también le da más tiempo al Senado para confirmar a los nominados por el presidente Joe Biden para su gabinete y para examinar el proyecto de ley de ayuda por 1,9 billones de dólares por el COVID-19, altas prioridades en la agenda actual de la Casa Blanca que podrían estancarse durante el proceso de juicio político.
“Todos queremos dejar atrás este capítulo terrible en la historia de nuestra nación”, dijo Schumer con respecto a la letal invasión del Capitolio el 6 de enero por parte de una turba de partidarios de Trump.
“Pero la sanación y la unidad sólo vendrán si hay verdad y rendición de cuentas. Y eso es lo que este juicio proporcionará”, agregó.
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El segundo juicio político a Trump arranca el 8 de febrero
“Todos queremos dejar atrás este capítulo terrible en la historia de nuestra nación”, dijo Schumer el viernes, aludiendo al ataque al Capitolio el 6 de enero por parte de una turba de partidarios de Trump y que dejó cinco muertos.
Los aliados republicanos en el Senado alegan es inútil, e incluso potencialmente inconstitucional, dado que Trump ya no es presidente. Pero los demócratas sostienen que tienen que hacer que Trump rinda cuentas debido a la gravedad de lo que ocurrió y que tenía la intención de revocar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, en la que resultó perdedor.
Si Trump es declarado culpable, la cámara alta podría votar para prohibirle volver a ocupar un cargo público, lo que afectaría sus posibilidades de regresar a la política.