Unos 803.000 trabajadores estadounidenses solicitaron compensación por desempleo la semana pasada, un nivel históricamente alto pero 89.000 menos que la semana anterior y por debajo de lo previsto, según informó el miércoles el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
Los datos llegan en momentos en que la crisis del coronavirus continúa debilitando el mercado laboral estadounidense. La cifra de la semana previa fue revisada al alza, a 892.000, frente a una estimación anterior de 885.000.
Casi 10 millones de los 22 millones de trabajadores que perdieron el empleo siguen desempleados en Estados Unidos. La tasa de desempleo fue del 6,7% en noviembre y muchos economistas dicen que la cifra podría permanecer elevada durante meses. La contratación en noviembre se desaceleró por quinto mes consecutivo, y los empleadores agregaron la menor cantidad de empleos desde abril.
Las cifras de reclamaciones semanales recientes están muy por debajo del número récord de 6,9 millones de reclamaciones presentadas a finales de marzo cuando el coronavirus arrasó EE.UU., pero se mantienen por encima del nivel prepandémico más alto en los registros que se remontan a la década de 1960.
También lea Trump amenaza con vetar paquete de ayuda por COVID-19Los empleadores en el país han llamado a millones de trabajadores que fueron despedidos durante el cierre de negocios a principios de este año, sin embargo, algunos negocios más impactados han tardado en aumentar sus operaciones nuevamente o han cerrado permanentemente, dejando a los trabajadores inactivos o buscando un nuevo empleo debido al resurgimiento de nuevos casos del COVID-19.
Los beneficiarios de los estímulos estatales tradicionales por desempleo se redujeron a 5,3 millones durante la semana que finalizó el 12 de diciembre en comparación con los siete días anteriores, después de alcanzar un máximo de casi 23 millones a principios de mayo. La disminución constante desde entonces significa que algunas personas regresaron a la fuerza laboral y ya no recibían ayuda. Pero las cifras también sugieren que muchos han agotado sus posibilidades de ayuda, que generalmente expiran después de seis meses.
Millones de estadounidenses que reciben cheques bajo dos programas federales creados en marzo para aliviar el golpe financiero infligido por la pandemia expirarán el día después del feriado navideño del 25 de diciembre. El Congreso acordó el lunes ampliar los programas como parte de un proyecto de ley de rescate por una pandemia de 900.000 millones de dólares.
Sin embargo, el presidente Donald Trump repentinamente planteó dudas el martes por la noche sobre la ayuda y otros fondos federales al declarar que el paquete de rescate era insuficiente y sugirió que no podría convertirlo en ley. Trump exigió que los legisladores aumenten los pagos directos para la mayoría de los ciudadanos de 600.00 dólares a 2.000 por cada individuo y 4.000 para parejas, a pesar de la oposición de sus colegas republicanos.
En respuesta a las demandas de Trump, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tuiteó el martes que sus compañeros demócratas están preparados para llevar la propuesta a votación esta semana.
Mientras tanto, los economistas esperan que la recuperación de la economía estadounidense gane impulso en la segunda mitad de 2021, después de la aprobación del último paquete de estímulo y a medida que las vacunas estén más disponibles.