El militar saudita que mató a tres de sus colegas estadounidenses en una base militar de Pensacola, Florida, en diciembre de 2019, tenía fuertes vínculos con Al Qaeda en la Península Arábiga, según informes publicados este lunes por el gobierno de Estados Unidos.
En una nota de prensa del Departamento de Justicia, el fiscal general William Barr, dijo que tras una investigación conjunta con el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) se pudo determinar que Mohammed Saeed Alshamrani “estableció definitivamente lazos significativos” con el grupo terrorista.
Alshamrani abrió fuego contra sus colegas en la base militar de Pensacola el pasado 6 de diciembre, lo que resultó en la muerte de tres militares estadounidense y heridas graves a otros ocho.
El 13 de enero de 2020, Barr calificó el tiroteo como un acto de terrorismo y pidió públicamente a la compañía Apple que ayudara al FBI a acceder al contenido bloqueado de dos iPhones pertenecientes a Alshamrani. La compañía se negó a hacerlo.
“Los teléfonos contenían información importante, previamente desconocida” Barr señaló este lunes. "Gracias al gran trabajo del FBI, y no gracias a Apple, pudimos desbloquear los teléfonos de Alshamrani", criticó el fiscal.
El FBI, pasó varios meses intentando entrar a los teléfonos cifrados del terrorista.
Los informes indican que el agresor se comunicó por mensajes cifrados de extremo a extremo con terroristas en la Península Arábiga y se habría radicalizado en 2015. El ataque se trató de una “operación especial” en la que usó su ingreso a la fuerza aérea para perpetrar el hecho y “conversó con sus asociados hasta la noche antes de que cometer los asesinatos”.
En otro despacho, el Departamento de Defensa, que no explicó cómo el terrorista logró ingresar en el programa de adiestramiento en Estados Unidos sin ser detectado, anunció que “tomará medidas más prudentes y efectivas para salvaguardar a nuestra gente".
Según el secretario de Defensa, Mark. Esper, como medida posterior al ataque, el Pentágono “ordenó que se detuviera toda la capacitación operativa de los Estudiantes Militares Internacionales en las instalaciones de EE.UU.” y aseguró que se estaban revisando “todos los procedimientos de verificación y seguridad” para los programas.
Nuevas restricciones siguieron al ataque después de una visita de Esper en enero pasado a Pensacola, tales como limitar el uso de armas en las bases militares del país, la entrada a estas instalaciones, “nuevos estándares de capacitación y educación sobre detección y denuncia de amenazas internas”, entre otras.
Aun así, dijo el Pentágono, EE.UU. mantiene la voluntad de continuar con la cooperación con sus socios en el mundo: “para contrarrestar las amenazas del terrorismo internacional y proteger nuestra libertad”.
Los fallecidos en el ataque terrorista del 6 de diciembre son el alférez Joshua Watson y los aviadores Mohammed Haitham y Cameron Walters.