Ayudante militar cercano a Trump da positivo por coronavirus

Un militar del cuerpo élite de la Casa Blanca, cercano al presidente Trump, dio positivo por coronavirus. En la imagen, el mandatario estadounidense cuando homenajeaba a personal de salud que ha enfrentado la pandemia de COVID-19.

La Casa Blanca se está moviendo para evaluar a los funcionarios y al resto del personal todos los días, en lugar de una vez por semana, después de que un ayudante de cámara, parte de un equipo militar de élite que sirve comidas al presidente Donald Trump, se enfermó y dio positivo por el coronavirus.

"He tenido muy poco contacto, contacto personal, con este caballero", dijo Trump a los periodistas en la Oficina Oval, explicando que había sido examinado el día anterior y nuevamente el jueves después de las pruebas regulares de COVID-19.

Trump, describiendo las noticias como "un poco extrañas", dijo que los ayudantes y otros miembros del personal de la Casa Blanca llevaban máscaras.

"Mucha gente en la Casa Blanca usa máscaras", dijo el presidente.

En respuesta a la pregunta de un periodista, Trump dijo que la primera dama, Melania, y su hijo, Barron, están en "buena forma".

"Todos somos guerreros juntos. Yo soy, tú eres, todos somos", dijo el presidente.

El vicepresidente Mike Pence también dijo a los periodistas el jueves que él y el presidente ahora serán evaluados diariamente.

"Recientemente, la Unidad Médica de la Casa Blanca nos notificó que un miembro del ejército de Estados Unidos, que trabaja en la Casa Blanca, dio positivo por coronavirus", dijo el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley, en un comunicado a la Voz de América, y agregó que Trump y Pence" desde entonces han dado negativo al virus y se mantienen en excelente estado de salud".

El asistente personal no ha sido identificado, pero se sabe que es un miembro de la Marina de EE.UU. asignado al equipo de ayuda de cámara de la Casa Blanca. Según los informes, comenzó a sentirse enfermo el miércoles por la mañana.

El presidente, según informes de los medios, estalló de ira al enterarse de la infección por coronavirus del militar y le dijo al personal que no siente que se esté haciendo lo suficiente para protegerlo de la COVID-19.

Trump, quien en los últimos días ha dicho que hasta 100.000 estadounidenses podrían morir por el nuevo coronavirus, para el cual no hay vacuna, ha estado presionando para que el país comience a reanudar la actividad económica normal en medio de la pandemia.

Según los informes, la Casa Blanca archivó un documento de 17 páginas escrito por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) que ofrece consejos paso a paso a las autoridades locales sobre cómo y cuándo reabrir restaurantes y otros lugares públicos.

Las pautas fueron obtenidas por The Associated Press, que informó que las indicaciones debían publicarse el viernes pasado. Pero los científicos de los CDC citados por la agencia de noticias dijeron que les aseguraron que "nunca vería la luz del día".

Los CDC nunca finalizaron las recomendaciones, dijo a la VOA un funcionario del grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca.

"La orientación en las zonas rurales de Tennessee no debería ser la misma para la ciudad urbana de Nueva York. Por algunas de estas razones, el grupo de trabajo, que vio esto después de que se filtró, solicitó que se realicen ciertas revisiones no solo para seguir las fases de la Guía de “Open Up America”, sino que trabajen para todo Estados Unidos, ya sea en áreas rurales o urbanas", dijo el funcionario.

En una reunión de funcionarios de alto nivel en la Casa Blanca la semana pasada, el jefe de personal, Mark Meadows, expresó su preocupación de que las pautas fueran demasiado uniformes y regresivas para lugares con un número mínimo de casos, según The New York Times.

"Tenemos que poner en marcha nuestro país", dijo Trump a los periodistas el jueves.

Se han confirmado más de 1.25 millones de infecciones por COVID-19 en Estados Unidos desde que el virus se informó por primera vez aquí el 21 de enero. Desde entonces, más de 75.000 personas en el país han muerto por el coronavirus.

La ciudad de Nueva York ha sido la localidad más afectada por el brote, pero varios puntos calientes de COVID-19 han estallado incluso en las zonas rurales de Estados Unidos, incluidas plantas empacadoras de carne, cárceles e instalaciones de cuidado de salud asistida.