La líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, anunció que daba un plazo de 24 horas al vicepresidente Mike Pence para que respondiera a su petición de activar la enmienda 25 para destituir a Donald Trump como presidente de Estados Unidos. A continuación, desvelamos algunas de las claves para entender en qué consiste este mecanismo legal.
¿Qué objetivo tiene?
La enmienda 25 fue propuesta por el Congreso de Estados Unidos y ratificada en 1967, cuatro años después del asesinato del presidente John F. Kennedy. El objetivo es evitar las disputas y clarificar una línea de sucesión en caso de que un mandatario no pueda ejercer sus funciones y poderes.
Según un documento del Instituto de Información Legal de la Universidad Cornell, al que ha tenido acceso la Voz de América, este mecanismo está pensado cuando un “presidente o vicepresidente de Estados Unidos muere, es cesado, dimite o está incapacitado”.
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La sección uno de la enmienda 25 señala que en caso del cese, muerte, incapacidad o dimisión de un presidente, automáticamente el vicepresidente se convertiría en presidente de Estados Unidos.
La sección dos contempla que en el caso de que esa situación (cese, muerte, dimisión o incapacidad) se trasladara al vicepresidente, sería el presidente el encargado de nominar de forma interina a una persona para ocupar ese cargo hasta que el Congreso y el Senado de Estados Unidos voten por mayoría esa designación.
La sección tres de la enmienda 25 se puede activar cuando un presidente cede, de forma temporal, el poder y sus funciones a su vicepresidente por cualquier razón, pero está pensada por cuestiones de salud.
La sección cuatro, la que se está abordando en estos momentos, se da cuando el vicepresidente y la mayoría de los miembros ejecutivos del gobierno dejan constancia a través de una declaración escrita, tanto al líder del Senado como al de la Cámara de Representantes, que el presidente es “incapaz” de ejercer “sus poderes y funciones” en la administración.
¿Qué apoyos se necesitan?
Tras los eventos acontecidos en el Capitolio de Estados Unidos, varios representantes políticos salieron públicamente a pedir que se activara la enmienda 25 considerando que Donald Trump había incitado a esos hechos.
Por eso, la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes está presionando a Mike Pence para que active los procedimientos de la enmienda 25.
Según la legislación estadounidense, para llevar a cabo este mecanismo es necesario el visto bueno de la mitad del gabinete del gobierno y, sobretodo, del vicepresidente. Si no se dan esas dos cosas, la enmienda 25 no tendría ningún efecto.
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Si se logran las mayorías necesarias para cesar al presidente, Mike Pence se quedaría ocupando el puesto hasta el 20 de enero, fecha en la que habría el traspaso de poderes y Joe Biden accedería al puesto.
¿Se ha utilizado en el pasado?
De darse la activación de la sección cuatro de la enmienda 25, sería la primera vez que un presidente es cesado de su cargo tras declaración escrita y firmada por el vicepresidente y la mayoría del gobierno.
Sin embargo, en el pasado ya se ha utilizado esta enmienda en casos muy puntuales. Gerald Ford utilizó las primeras dos secciones de la enmienda 25 cuando Richard Nixon se convirtió en vicepresidente después de la renuncia de Spiro Agnew y también cuando Nixon presentó su dimisión al frente del gobierno.
Ronald Reagan utilizó la sección 3 cuando en 1985 tuvo que someterse a una operación. George W. Bush también hizo lo mismo en 2002 y 2007 ya que la intervención requería de anestesia.
La decisión la tiene Mike Pence
Mike Pence tendría, en estos momentos, el poder de decisión sobre la activación de esta vía contemplada en la enmienda 25 pero, por el momento, no ha dicho nada al respecto.
En 2019, Pence dijo que “cualquier sugerencia” de activación de este mecanismo sería “algo absurdo” y nunca ha cuestionado públicamente la habilidad del presidente Donald Trump para ejercer sus funciones y poderes.