La probabilidad más cercana de que pronto haya una vacuna contra COVID-19 está aumentando la esperanza de que al fin se pueda regresar a una vida normal y a la recuperación económica de los efectos causados por la pandemia del coronavirus.
Dos farmacéuticas, Pfizer y Moderna, anunciaron esta semana que sus vacunas están casi listas y es probable que ambas empresas pidan en las próximas semanas la aprobación de emergencia de la Administración de Droga y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para comenzar a inmunizar a millones de personas.
Ante esta perspectiva, podría asumirse que los estadounidenses estarían ansiosos para inyectarse la vacuna y dejar atrás la angustia, las restricciones y los confinamientos de los últimos nueve meses.
¿Están dispuestos los estadounidenses a vacunarse contra COVID-19?
Una encuesta reciente de la firma de administración de datos médicos Harmony Healthcare IT reflejó que sólo el 46% de los estadounidenses está dispuesto a recibir una vacuna de COVID-19 cuando esté disponible.
Esta cifra podría parecer extraña, pero un 40% expresó que preferirían esperar un poco para vacunarse, para observar primero la efectividad y la seguridad de la vacuna, algo completamente razonable.
Un 14% respondió que no se vacunaría nunca.
¿Quiénes están más inclinados a vacunarse pronto?
Según la encuesta de Harmony, el grupo de edad menos dispuesto a vacunarse inmediatamente son los de la llamada “Generación Z”, nacidos de 1996 a 2010, o sea, los más jóvenes, con un 31% de disposición. En los grupos anteriores, la cifra varía entre el 40-42%.
También los hombres están más inclinados que las mujeres por un margen de 47% a 35%, lo que podría reflejar un menor entusiasmo por parte del sexo femenino a la vacunación inmediata.
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La posibilidad real de una vacuna contra el coronavirus al alcance de la mano no alivia las preocupaciones de los estadounidenses sobre el medicamento.
Un 67% está preocupado por los efectos secundarios, un 38% quiere observar primero cuán efectiva es la vacuna y cómo funciona, un 21% considera que no necesita la vacuna y un 8% quiere saber el costo, arroja el sondeo de Harmony.
Un 9% no cree en las vacunas.
Un 70% dijo que no se inyectaría una vacuna que no sea aprobada por la FDA.
Pfizer dijo este miércoles que los resultados finales de su vacuna para el coronavirus reflejaron que es 95% efectiva y que los principales efectos secundarios de algunos participantes fueron fatiga y dolores de cabeza.
¿Quiénes deberán vacunarse primero?
La mitad de los encuestados por Harmony opinaron que la vacuna contra el coronavirus debería administrarse primero a los grupos más vulnerables, un 20% no asignó prioridades y el resto se dividió en áreas con más casos (12%), niños (6%) y un pequeño número a personas de grupos por edad.
Por otro lado, un 55% consideró que el gobierno debía requerir que todas las personas reciban la vacuna.
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La encuesta de Harmony reflejó que los estadounidenses no piensan regresar pronto a la normalidad, a pesar de una vacuna.
Un 25% piensa que será en uno a tres años, un 24% considera que de seis meses a un año, un número menor, el 16%, opina que en 3 a 6 meses, y un 11% en más de dos años.
¿Hasta qué punto será efectiva la vacuna?
Los expertos han advertido que una vacuna aprobada pudiera no funcionar tan bien en el mundo real como parece hacerlo en un ensayo clínico controlado.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony Fauci, dijo que los primeros receptores podrían recibir la vacuna "muy probablemente antes de finales de este año".
Sin embargo, en un principio no habrá suficientes vacunas para todos. Pfizer planea producir hasta 50 millones de dosis este año, que en la práctica significa vacunas para 25 millones de personas, porque su inmunización consta de dos dosis.
Otra vacuna experimental contra el coronavirus desarrollada por Johnson & Johnson se encuentra actualmente en ensayos globales de fase 3 generalizados en Argentina, Brasil, México, Sudáfrica y Estados Unidos.