Joe Biden, el demócrata que se enfrentó al presidente Donald Trump en las elecciones del 3 de noviembre de 2020, materializó su deseo de llegar a la Casa Blanca en su tercer intento.
Biden fue investido presidente el 20 de enero de 2021 como el 46º comandante en Jefe del país. Tiene 78 años, lo que le convierte en el presidente de mayor edad en la historia de EE.UU., sobrepasando al propio Trump, que se hizo con la presidencia a los 70 años de edad.
“Este es un momento historic, de crisis y retos. Y la unidad es el único camino a seguir. Debemos encarar estos momentos como los Estados Unidos de América”, dijo Biden al asumir la presidencia.
Debido a las restricciones impuestas por la pandemia, desarrolló su campaña principalmente desde su hogar, en el estado de Delaware, con ocasionales visitas a Wilmington, la ciudad más grande del estado, y a la cercana Filadelfia, en Pensilvania, para pronunciar discursos y participar en discusiones de políticas con pequeños grupos de personas. Aunque aumentó sus visitas a distintos estados en el último mes de contienda.
Logros y vida personal
Tras graduarse de la Universidad de Delaware y la Facultad de Derecho de Syracuse, Biden, a la edad de 29 años, se convirtió en 1972 en uno de los legisladores más jóvenes en ser elegido para el Senado estadounidense. Pero semanas después de la elección, una tragedia personal golpeó su vida. Su esposa, Neilia, y su hija de un año, Naomi, murieron en un accidente de tránsito mientras hacían compras de navidad.
A Biden le cruzó por la mente la idea de renunciar a su recién logrado escaño en el Senado para cuidar de sus otros dos hijos, ambos varones; pero en cambio, empezó a hacer un recorrido de 90 minutos en tren para llegar a Washington y luego regresar a casa del mismo modo todos los días, una práctica que conservó durante seis períodos, 36 años en total, en el Senado.
También lea Presidente de EE.UU. Joe Biden: “La unidad es el único camino”Años después de la muerte de su primera esposa, Biden conoció y luego se casó con Jill Jacobs Tracy, una aspirante a profesora escolar, con quien tuvo una hija, nacida en 1981.
Biden aspiró a la presidencia en 1987 y 2007, pero en ambas ocasiones no logró obtener un apoyo suficiente por parte de los votantes como para superar las primarias. Tras retirarse de la campaña en el 2007, el entonces candidato Barack Obama le pidió que se uniera a su proyecto. Los dos ganaron la elección del 2008 y la reelección en el 2012. Biden fue el vicepresidente de Obama durante sus ocho años de mandato.
Política exterior
Mientras estuvo en la Cámara Alta, Biden fue miembro de la influyente Comisión de Relaciones Exteriores y en dos ocasiones fue el presidente de dicha comisión. Se opuso a la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, pero votó autorizando la invasión de Irak, en el 2003. Abogó por la intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bosnia, en 1994.
Mientras era vicepresidente con Obama, ayudó a formular la política estadounidense hacia Irak, incluyendo la retirada de las tropas en el 2011. También apoyó la intervención militar en Libia, encabezada por la OTAN en 2011.
Su trayectoria
Biden jugó otros papeles importantes durante sus años en el Senado, especialmente en la elaboración de leyes contra el crimen, como una prohibición federal sobre el uso de armas de asalto que estuvo vigente por 10 años, hasta el 2004, pero que no fue renovada.
Respaldó severas sentencias para los criminales convictos, una postura que ha modificado en su campaña a la presidencia en el 2020. Ahora sostiene que “demasiadas personas están encarceladas en Estados Unidos y demasiadas de ellas son negras o marrón”, que es como se identifica en EE.UU. a las personas de ascendencia hispana.
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Biden ha dicho que considera la Ley Sobre Violencia Contra las Mujeres, “la más importante legislación” que el promovió en el Congreso durante sus tiempos de senador.
Pero fue su manejo de los testimonios en la confirmación de la nominación del jurista afroamericano Clarence Thomas, un conservador propuesto para la Corte Suprema por el entonces presidente George H.W. Bush , lo que durante años ha incomodado a los rivales de Biden dentro de su propio partido.
Anita Hill, una abogada y compañera de trabajo de Thomas, acusó al magistrado de acoso sexual y testificó en su contra, una denuncia que el juez siempre rechazó. Pero Biden, por aquel entonces presidente de la Comisión Judicial del Senado, no permitió la participación de más testigos para corroborar el testimonio de Hill. Grupos de mujeres y activistas legales liberales criticaron enérgicamente a Biden por su manejo de las audiencias.
Finalmente el Senado confirmó por un escaso margen la nominación de Thomas, quien aún a día de hoy sigue sentado en la Corte Suprema de Justicia. En abril del 2019, Biden llamó a Hill para expresarle su arrepentimiento por la manera en que condujo aquellas audiencias, sin embargo, ella ha manifestado que aún sigue molesta con su proceder.
Plataforma
La presidencia de Biden podría ser un reflejo de los ocho años de Obama en la Casa Blanca, con políticas que promoverían causas progresistas para la igualdad racial y los derechos de las mujeres en Estados Unidos, así como acuerdos internacionales.
Mientras Trump sacó a Estados Unidos de acuerdos multinacionales de comercio, control nuclear y defensa del medio ambiente que consideraba no representaban los mejores intereses del país, Biden ha prometido restaurar el papel de Estados Unidos en el extranjero.
En el plano doméstico, Biden a lo largo de años ha tenido una reputación de cruzar las líneas partidistas para trabajar con legisladores republicanos. Pero durante la prolongada lucha por la nominación presidencial demócrata, rechazó las críticas de que él no es lo suficientemente liberal para el Partido Demócrata actual, llegando a asegurar en marzo: “yo tengo el récord más progresista de todos los candidatos en esta contienda”.
Biden enfatizó el historial de la administración Obama, incluyendo la expansión de los servicios de salud, el respaldo a los esfuerzos por legalizar los matrimonios de homosexuales, y abogando por el rescate gubernamental de la industria automovilística.
* Con la colaboración de Megan Duzor y Rafael Salido.