En más de 200 años el Capitolio de Estados Unidos no había visto nada como esto: una irritada turba forzando su entrada entre sus majestuosas columnas de mármol, perturbando los corredores del poder, profanando la sede de la democracia más grandiosa del mundo.
Pero todo fue mucho después de que el Capitolio quedara marcado por su primer hecho de violencia.
1814
A sólo 14 años de la inauguración del edificio, las fuerzas británicas en la Guerra de 1812 trataron de incendiarlo. Los invasores saquearon primero la instalación y después prendieron fuego a las alas norte y sur, incinerando la Biblioteca del Congreso. Una súbita tormenta de granizo impidió la destrucción total, pero el Capitolio quedó como “una ruina majestuosa”, según el arquitecto Benjamin Henry Latrobe.
Con el paso de los siglos, los acontecimientos incluso se han burlado de la inscripción en la tribuna de la Cámara de Representantes (“Unión, Justicia, Tolerancia, Paz”). El edificio ha sufrido explosiones en varias ocasiones, ha habido tiroteos y hasta un legislador casi mató a otro.
1954
El episodio más famoso tuvo lugar en 1954, cuando cuatro nacionalistas puertorriqueños desplegaron una bandera de la isla y gritando “Libertad para Puerto Rico” y lanzaron un ataque en que hubo hasta 30 disparos desde la galería de visitantes de la Cámara Baja. Cinco congresistas fueron heridos, uno de ellos de gravedad.
“¡Yo no vine a matar a nadie, vine a morir por Puerto Rico!”, gritó la líder del grupo, Lolita Lebrón, al ser arrestada junto con los demás.
Antes y después, el Capitolio ha sido un blanco de ataques. En 1915, un hombre alemán plantó tres cartuchos de dinamita en la sala de recepción del Senado, que estallaron antes de la medianoche cuando no había nadie en los alrededores.
El responsable, quien había envenenado previamente a su esposa embarazada y después dispararía contra el financiero J.P. Morgan Jr. y volaría un barco de vapor lleno de municiones para Gran Bretaña, se suicidó antes de poder ser arrestado.
1971
En esta ocasión el movimiento Weather Underground, una organización radical de izquierda, hizo estallar un explosivo para protestar por los bombardeos de EE.UU. a Laos durante la Guerra de Vietnam, y en 1983, el Movimiento Comunista Mayo 19 también detonó una bomba en respuesta a la invasión de Granada. No hubo muertos ni heridos, pero ambos hechos provocaron daños de millones de dólares y obligaron a reforzar las medidas de seguridad.
1998
Un ataque mortal ocurrió en 1998, cuando un hombre con problemas mentales disparó en un punto de control y mató a dos agentes de la policía del Capitolio. Uno de los agentes moribundos logró herir al agresor, quien fue arrestado y más tarde internado en una institución. Una estatua cercana del vicepresidente John C. Calhoun todavía conserva la marca de una bala de ese incidente.
2013
En 2013, una higienista dental con su hija de 18 meses a bordo trató de entrar a la fuerza en los terrenos de la Casa Blanca y fue perseguida hasta el Capitolio, donde fue muerta a tiros por la policía.
1835
Otro ataque memorable ocurrió en 1835, cuando un perturbado pintor de paredes trató de disparar con dos pistolas contra el presidente Andrew Jackson en el exterior del edificio, pero falló y el propio Jackson lo sometió son su bastón.
1856
En 1856, el representante Preston Brooks atacó al senador abolicionista Charles Sumner con su bastón en el piso del Senado después de que su antagonista pronunció un discurso criticando la esclavitud.
Sumner sufrió heridas tan graves que tres años después murió sin haberse recuperado lo suficiente para regresar al Congreso. La Cámara de Representantes tampoco expulsó a Brooks, quien renunció y después fue inmediatamente reelegido.
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