Las claves del cambio: “Hay que reconstruir la policía pensando en la comunidad”

El jefe de la policía de Houston (Texas) se fotografía con una residente de la ciudad.

El caso de George Floyd, el afroamericano que murió mientras estaba bajo custodia policial, ha generado una gran controversia en Estados Unidos.

Tres semanas después de su fallecimiento, las protestas aún continúan en las principales ciudades del país, con manifestantes que reclaman justicia a las autoridades, pero también acción para que algo así no vuelva a ocurrir.

Un sondeo publicado por The Washington Post y Schar School revela que el 69 por ciento de los encuestados considera que este caso refleja que hay “un gran problema con las agencias de aplicación de la ley de Estados Unidos”.

Al mismo tiempo, otro informe de ABC News y la encuestadora Ipsos reflejó que el 64 por ciento de los estadounidenses no están a favor de disolver los cuerpos policíales y destinar los fondos a otros sectores como la salud mental, la vivienda y la educación.

Sin embargo, el 57 por ciento de los afroamericanos encuestados, aunque no es una mayoría abrumadora, sí mostraron su apoyo al movimiento para reorganizar de nuevo las agencias de aplicación de la ley.

Algunos consideran que la muerte de Floyd marcará un punto de inflexión para evitar muertes como la sufrida por él, que ha generado una gran indignación tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

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La policía de Minneapolis será reorganizada

Hace una semana, el Concejo Municipal de Minneapolis (Minnesota), la ciudad donde ocurrió el caso de Floyd, anunció que el Departamento de Policía sería desmantelado y reorganizado.

El objetivo, según la mayoría de los representantes locales que votaron a favor de esta medida, es suspender la financiación del cuerpo y diseñar un modelo de seguridad pública basado en los intereses de la población, de manera que “realmente se mantenga a salvo” la comunidad.

“Nos comprometimos a desmantelar la policía tal y como la conocemos en la ciudad de Minneapolis y a reconstruir con nuestra comunidad un nuevo modelo de seguridad pública que realmente mantenga a salvo a nuestra comunidad”, señaló la presidenta del Concejo, Lisa Bender, durante una entrevista con la cadena CNN.

Más cambios en otros cuerpos policiales

Tras esta decisión, y después de que muchos oficiales de policías se solidarizaron con los manifestantes en numerosas protestas en todo el país, otros departamentos de policía de toda la nación han mostrado su intención para cambiar las cosas. con el objetivo de que algo así no vuelva a ocurrir en Estados Unidos.

Por ejemplo, varias agencias de aplicación de la ley del condado de San Diego, California, confirmaron que, a partir de ahora, ya no se podrá practicar la sujeción de la carótida, una especie de llave de estrangulamiento, para neutralizar a una persona.

El sheriff Bill Gore, en un comunicado oficial difundido a través de los medios de comunicación, señaló que tras “las preocupaciones de la comunidad” y tras “consultar con muchos funcionarios electos de todo el condado” se había tomado a esta decisión.

Esa técnica, si se aplica correctamente, permite que la persona caiga inconsciente. Altos mandos de la policía, tanto de San Diego como de otras partes de la nación, explicaron que el método permite resolver incidentes antes que tener que utilizar las armas.

Sin embargo, algunos críticos consideran que puede ser peligroso, ya que la persona podría acabar muriendo, incluso cuando no representa una amenaza para el agente.

Esa medida también ha sido adoptada por otros departamentos de policía de Estados Unidos. Altos funcionarios de Phoenix, Arizona, y de Miami-Dade, Florida, entre otros, también eliminaron la técnica y, a partir de ahora, no se permitirá a los oficiales ponerla en práctica en un arresto.

Otros departamentos aún siguen buscando soluciones al respecto. Es el caso de Boston, donde su alcalde Marty Walsh manifestó que el racismo supone un grave problema para la población.

En ese sentido, declaró que está buscando “soluciones permanentes” para “garantizar la equidad racial”, pero hasta el momento no ha dado más detalles.

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Camden: un caso de éxito

Hay otros cuerpos de policía que no han esperado a que haya un caso como el de George Floyd para implementar medidas que acerquen la policía a la comunidad.

La policía de Camden (Nueva Jersey) lleva desde 2015 implantando un nuevo método de trabajo que consiste en analizar la situación antes de que cualquier oficial pueda actuar en una amenaza.

El teniente de la policía Gabriel Rodríguez reconoció a la Voz de América que esa ciudad era “la meca de la heroína” y que la región se había convertido en una de las zonas más peligrosas de toda la nación.

Sin embargo, gracias a su innovador sistema de trabajo basado en la comunidad, lograron reducir drásticamente la criminalidad.

¿Cómo lo hicieron? En 2013, tras varios recortes presupuestarios, el gobierno local tomó la decisión de despedir a todo el cuerpo policial y contratar a nuevos agentes que debían pasar tres fases: una prueba psicológica, un examen físico y una entrevista.

El objetivo era acercarse a la comunidad y que los funcionarios públicos que patrullaban las calles de la ciudad fueran vistos como personas que podían servir de ayuda a la hora de resolver los problemas de la población.

De esa forma, se rompió esa “grieta” que había entre la comunidad y el cuerpo de policía. Y se hizo a través de la interacción, sin importar el color de piel o la nacionalidad. Estaban ahí para ayudar.

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Misma regulación para todos los policías de Estados Unidos

Ahora, después del caso de George Floyd muchos departamentos se están planteando qué función deben tener estas agencias de aplicación de la ley, especialmente aquellas que se dedican especialmente a servir a la comunidad.

Art Acevedo, el jefe de policía de Houston, la ciudad donde creció George Floyd y donde la semana pasada tuvieron lugar sus funerales, considera que el gobierno federal debe tomar cartas en el asunto y diseñar una legislación a través de la cual se rijan todos los cuerpos de policía del país.

La meta, una vez más, es evitar que casos como el de este afroamericano no se repitan en el futuro.

“No podemos tener 18.000 departamentos de policía en este país y que cada uno haga las cosas distintas”, advertía en una entrevista con la VOA al tiempo que recordaba que “las regulaciones que son importantes tienen ser a nivel nacional”.

En esa línea, el Acevedo reclamaba que todos los oficiales recibieran “el mismo entrenamiento” para saber cómo actuar y bajo qué circunstancias.

Con todo, el alto mando se muestra convencido de que la muerte de Floyd “traerá un cambio” en la forma de trabajar de las agencias policíacas.

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Trump prepara acción ejecutiva

La Casa Blanca tampoco se ha quedado callada en este asunto. Aunque el presidente Donald Trump ha manifestado su apoyo total a la familia de Floyd, no se ha comprometido a hacer reformas profundas en los departamentos de aplicación de la ley.

Pese a eso, en un evento celebrado en Dallas la semana pasada, el mandatario estadounidense confirmó que está trabajando en una orden ejecutiva para “alentar a los departamentos de policía de todo el país a cumplir con los estándares profesionales más actuales” de manera que se reduzca el clima de violencia en toda la nación.

“Eso significa fuerza, pero fuerza con compasión”, aclaró sin dar más detalles sobre esa nueva normativa que podría firmar esta misma semana, en la que están previstas más movilizaciones.

La mayoría de los departamentos de policía de Estados Unidos han mostrado su intención de hacer cambios profundos y acercarse a la comunidad.

Su principal objetivo es cambiar la perspectiva de la población, que en algunos casos ve a los oficiales como amenazas y no como aliados en la ciudad. El tiempo acabará confirmando si, finalmente, esas reformas acaban resultando efectivas o no.