La situación en Florida se complica a medida que pasan los días. El Departamento de Salud de ese estado ha sumado 10.347 nuevos casos en las últimas 24 horas y ya son más de 360.000 los positivos registrados en Florida. Lo más preocupante es que 260.000 se han dado en las últimas cuatro semanas.
Lo más preocupante está en el sur del estado, en los condados de Miami-Dade y Broward, donde se están dando más de la mitad de los contagios diarios. Eso se debe principalmente a que la densidad de población es mucho mayor, pero también a que las medidas de contención no se están respetando.
“Pido responsabilidad a todos. Hay que llevar mascarilla para cuidar de uno mismo pero también para cuidar a los demás”, decía el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, durante una conferencia de prensa para hablar de la situación del coronavirus en esta zona del estado.
Y es en ese punto en el que coinciden las autoridades y los funcionarios de salud. “La gente no se ha tomado en serio las recomendaciones”, comentaba la doctora Nuria Lawson, una doctora residente en el sur de la Florida.
También lea EE.UU.: Florida rompe récord por contagios de COVID-19Esa misma opinión es la que comparte el Dr. Carlos Riveros, que también práctica medicina general en el hospital de Coral Gables (Florida). Sostiene que el hecho de llevar “cualquier tipo de barrera o protección permite que ya sea mucho más dificultosa la transmisión del virus”, por lo que considera que las autoridades “deben ponerse más exigentes” a la hora de pedir a la población que utilice tapabocas en su día a día.
“Según algunos estudios científicos, el uso del tapabocas puede llegar a reducir hasta un 90% la transmisión de los virus, no solo del coronavirus sino de cualquier otro”, comentaba.
Usar tapabocas o cerrar el comercio
Al tiempo que la situación empeora, el sector económico es otro de los factores que se están teniendo muy en cuenta a la hora de tomar decisiones “transcendentales”.
“No vamos a imponer una orden de quedarse en casa, si eso se hace deberá ser decidido entre el condado y las ciudades grandes y pequeñas”, decía el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, durante una comparecencia pública el viernes.
Pero ha pasado el fin de semana y los números continúan estancados. De media, hay unos 11.000 contagios diarios desde hace tres semanas y parece que la tendencia no va a la baja, lo cual, de acuerdo con las autoridades sanitarias, es lo más preocupante de todo.
¿Por qué? Según algunos expertos eso se debe a que, de nuevo, las medidas, como el uso de mascarilla y el cumplimiento de la distancia de seguridad, no se están cumpliendo como ordenan las autoridades. Y son la única forma de hacer frente al virus hasta que no haya una vacuna o un tratamiento efectivo a la COVID-19. De lo contrario, se podrían tomar medidas mucho más restrictivas, lo que supondría un duro golpe a la economía.
“Si eso continúa así, no habrá más remedio que cerrar”, advertían los alcaldes Suárez y Giménez al ver que la situación no mejora.
Los restaurantes en Miami Beach, el centro turístico por excelencia del sur de la Florida, están funcionando a medio gas. “Parece que los alcaldes quieren que cerremos y nos vayamos, porque cada vez nos ponen las cosas más difíciles”, comentaba a la Voz de América Jorge, un mesero que trabaja en una de las terrazas de Ocean Drive, una de las avenidas más emblemáticas de la ciudad.
No hay prácticamente clientes; los bares, restaurantes y turistas están funcionando a medio gas. “Damos el año por perdido, yo creo que hasta mediados del próximo nada”, comentaba resignado el empleado de Miami Beach.
También lea Habilitan hoteles en Miami para hacer frente a la crisis de COVID-19La situación en los hospitales también está concentrando todas las miradas de la nación. Según el Departamento de Salud, los hospitales en el sur de la Florida están ya al 92% de capacidad, una situación muy delicada ya que, de seguir así, el colapso sanitario será una realidad en pocos días.
Pese a eso, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a la población. “Los hospitales pueden ampliar su capacidad de camas”, decía el máximo responsable del gobierno estatal.
Se puede aumentar el espacio de camas, pero el número de sanitarios, algo que también está escaseando debido al incremento de casos de coronavirus. Por eso, DeSantis ha anunciado que enviará a, al menos, 150 sanitarios al hospital Jackson Memorial, el más grande de Florida y que se encuentra en Miami, para ayudar en el frente de la batalla.
Con todo, ni las autoridades ni los funcionarios de salud son muy optimistas. “No sabemos qué es lo que va a pasar de aquí a dos semanas, nadie puede saberlo”, decía Giménez, hablando apenas de la economía.