El sur de la Florida continúa con sus planes de reapertura de la Fase 1. Desde hace unos días, los restaurantes, peluquerías y tiendas no esenciales han empezado a abrir sus puertas. Lo han hecho con ciertas restricciones: sin ocupar más de la mitad del aforo y cumpliendo con estrictas medidas de seguridad, como el distanciamiento social o el uso de mascarillas.
Es la “nueva normalidad” a la que los residentes, de gran parte del país, se han tenido que acostumbrar en esta era post-pandemia. Pero, según alertan diversos expertos sanitarios, con la suspensión de ciertas restricciones, algunos residentes tienen la sensación de que la pandemia es algo del pasado.
“Hay mucha gente que ya no respeta el distanciamiento social y ni siquiera lleva mascarilla”, lamenta ante la Voz de América María, una cubana afincada en Miami desde hace más de 20 años, mientras se coloca una máscara para entrar en un popular supermercado del centro de la ciudad.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, no se ha cansado de advertirlo en cada comparecencia pública: “Hay que seguir actuando como si tuviésemos el virus, y eso pasa por seguir respetando las medidas de seguridad que se impusieron al inicio de la crisis”.
En Florida se han confirmado más de 60.000 casos y las cifras continúan subiendo. Entre el 31 de mayo y el 1 de junio se registraron más de 1.300 casos nuevos al día. Esas cifras hicieron sonar las alarmas, especialmente entre aquellos médicos que continúan luchando en primera línea.
Ante este escenario, muchos se preguntan si realmente se ha aplanado la curva de contagios de forma definitiva o si, por el contrario, puede haber un rebrote en los próximos meses.
Nuria Lawson, doctora especializada en medicina general en el hospital Palmetto de Miami, recordó durante una entrevista con la VOA que el sur de la Florida “continúa siendo uno de los puntos focales de infección porque aquí se encuentra una de las ciudades más grandes de Estados Unidos”.
El problema, “es que hay personas que se están cansando de esta situación” a causa de las estrictas medidas impuestas para hacer frente al brote.
“Realmente no tenemos un tratamiento efectivo, no tenemos una vacuna. Realmente no tenemos manera de evitar una infección, ni de tratar una infección”, manifiesta la doctora al tiempo que recalca que la única solución, por ahora, es la de “mantenerse alejados” para reducir al máximo las posibilidades de contagio.
Según ella, “en un mundo ideal, la gente no regresaría al trabajo ni a la vida normal hasta que no se encontrara un tratamiento efectivo ni una vacuna”. “Eso no pasará hasta de aquí a muchos meses, así que en el momento en el que regresemos a una vida más o menos normal, va a haber un aumento de casos y, también, de muertos”, pronosticó.
Pero las autoridades locales continúan con su plan de reapertura con el visto bueno del gobernador de la Florida, Ron DeSantis.
También lea La Casa Blanca insiste: No reabrir tiene consecuenciasMientras el resto del estado ya ha entrado en la Fase 2, los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach aún continúan en la primera etapa de la reapertura. Esos condados han quedado rezagados porque el número de contagios continúa al laza y la reapertura podría suponer un peligro para la población por ciertos espacios en los que se congrega muchísima gente.
En Miami, muchos empresarios de salas de espectáculos ya han advertido de que no van a poder abrir sino es al cien por cien de su capacidad. “Yo no puedo hacer una obra de teatro con menos actores o con menos personal técnico, se hace inviable”, manifestaba Miguel Ferro, un conocido empresario teatral que dirige El Paseo Wynwood, un espacio artístico donde se exhiben obras de teatro en español.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, ya advirtió que Miami no permitirá la reapertura de esos lugares hasta la Fase 3, puesto que su objetivo pasa por evitar grandes concentraciones de gente.
“Ni las discotecas ni los bares podrán abrir hasta la Fase 3, ya se ha discutido mucho al respecto y creemos que es la mejor manera de proteger a nuestra población”, manifestó el político al ser preguntado por la VOA.
Al mismo tiempo que el sur de la Florida hace frente a la reapertura económica, cientos de personas están saliendo a las calles para protestar por la muerte de George Floyd. En Miami, al igual que en otras ciudades del país, también se han registrado saqueos, actos vandálicos y fuertes disturbios entre manifestantes y policías,
Esta situación ha provocado la suspensión de la reapertura de las playas, algo que los restauradores y hoteleros estaban pidiendo a gritos para atraer al turismo. Pero todo eso continúa en pausa. El alcalde ya ha avisado de que, hasta que las manifestaciones no cesen en el sur de la Florida, la reapertura de playas no estará en su agenda.