Primarias de Puerto Rico empañadas por falta de materiales

Esta combinación de dos fotos muestra a Pedro Puerluisi y Wanda Vázquez, en San Juan, Puerto Rico. El secretario de Estado y la gobernadora compiten en la primarias del domingo 9 de agosto del 2020, en la isla.

A media mañana las boletas habían llegado solo al 20% de los centros de votación.

Las primarias de Puerto Rico se vieron empañadas el domingo por la falta de materiales de votación en la mayoría de los centros en toda la isla, lo que obligó a los votantes frustrados y temerosos por el COVID-19 a regresar a sus hogares.

La situación enfureció a votantes y políticos por igual, que culparon a la comisión electoral de Puerto Rico y exigieron una explicación de por qué las boletas solo habían llegado al 20% de los centros de votación a media mañana.

"Es incompetencia crasa", dijo Aníbal Acevedo Vilá, un exgobernador que se postula para representar a Puerto Rico en el Congreso.

Funcionarios de los dos partidos principales de la isla se apresuraron a encontrar soluciones mientras instaban a los votantes fuera del área metropolitana a esperar para acudir a los centros de votación, a pesar de que ya se habían formado filas temprano en toda la isla. Los votantes traían cubrebocas y algunos permanecían de pie con camisas empapadas de sudor, pero docenas de ellos se rindieron y se fueron.

"Por favor, vuelva", dijo el senador Eduardo Bhatia, quien busca convertirse en el candidato a gobernador por el Partido Popular Democrático.

"Perseveren", dijo Pedro Pierluisi, quien compite contra la gobernadora Wanda Vázquez, para convertirse en nominado por el Partido Nuevo Progresista. "Lo importante es que los votantes persistan en su derecho".

La comisión electoral anunció que mantendría abiertos todos los centros de votación afectados más tarde de lo programado para garantizar un acceso completo de ocho horas según sea necesario. Pero muchos de los que hicieron fila el domingo temprano eran personas mayores que no se esperaba que regresaran a los centros de votación una vez que abrieran.

Gireliz Zambrana, un empleado federal de 31 años que hizo fila en un centro en la ciudad costera norte de Río Grande, dijo que la mitad de las aproximadamente 20 personas que esperaban se fueron al enterarse de que el centro no abriría a tiempo y no pensaban regresar.

Zambrana dijo que se quedaría en la fila todo el tiempo que fuera necesario porque la situación de Puerto Rico tenía que cambiar. La isla todavía está luchando por recuperarse del huracán María y una serie de terremotos en medio de una pandemia y una recesión económica de 13 años.

"Necesitamos ayuda", dijo. "Puerto Rico ya no puede más con nada".

Los nominados ganadores de ambos partidos estarán entre los seis candidatos a gobernador en las elecciones generales de noviembre.