¿Qué incluye el plan de Biden para hacer frente a la pandemia?

El presidente Joe Biden al salir de misa el domingo en una iglesia en Washington D.C., el 24 de enero de 2021.

El plan de Biden contra el COVID-19 incluye el uso de mascarillas en propiedades federales y en medios de transporte, como aviones, trenes y autobuses, y un aumento en las pruebas y en las vacunaciones.

Cuando el presidente Joe Biden publicó un plan nacional contra el coronavirus, que tenía 200 páginas y estaba lleno de viñetas, al día siguiente de asumir el cargo, los expertos en salud pública vitorearon.

O algo así.

"Todos nosotros en salud pública habíamos estado pidiendo un plan a la Administración Trump", señaló la ex comisionada de salud de Baltimore, Leana Wen, profesora de salud pública en la Universidad George Washington. "Qué gran diferencia habría supuesto para nuestro país si este plan hubiera existido hace meses".

Por otro lado, "esta no es una idea genial que [la Administración Biden] haya tenido", señaló Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown. "Es literalmente salud pública básica. Y solo parece genial porque el anterior equipo simplemente no hizo nada".

Ahora que se ha puesto en marcha un plan muy atrasado, el público espera resultados. Unas 3.000 personas mueren de COVID-19 en EE.UU. cada día en promedio, según datos de la Universidad Johns Hopkins; gran parte de la economía ha estado cerrada durante casi un año y el virus está mutando en formas más transmisibles.

Si el plan de Biden tiene éxito o fracasa, en última instancia, se juzgará en base a si menos personas mueren a causa del COVID-19. Pero algunos factores están fuera del control de la administración, como si las nuevas variantes, que ya están en el país y que se propagan más rápidamente, puede ser refrenadas.

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Por lo que la Administración Biden debería ser juzgada por las acciones que toma, dijo Wen. "¿Son capaces de alcanzar los puntos de referencia para las pruebas, para el rastreo de contactos? ¿Pueden alcanzar los puntos de referencia específicamente para las vacunas?"

Vacunas

El plan original de Biden era administrar cien millones de dosis de vacunas en sus primeros cien primeros días en el cargo.

Pero dado que los centros de vacunas del país ya administran aproximadamente un millón de inyecciones por día, los críticos dicen que Biden debería apuntar más alto. "No pueden ponerse un listón bajo para ellos mismos y para el país", dijo Wen. "Este es el momento de tomar medidas audaces".

Este martes, el propio Biden señaló que su objetivo de cien millones de vacunas en cien días "no es el tope, es el comienzo" y anunció que el gobierno estadounidense ha encargado 200 millones más de vacunas, que deberían llegar en verano.

Pero puede haber límites en relación a cuánto se puede acelerar el proceso. Las vacunas Moderna y Pfizer-BioNTech requieren procesos de fabricación especiales. El lunes, Biden aseguró a los periodistas que los fabricantes han acordado hacer más.

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"Creo que con la gracia de Dios y la buena voluntad del vecino y si el arroyo no se eleva, como dice el viejo refrán, creo que podemos llegar a... 1,5 millones al día, en lugar del millón actual, ", dijo Biden.

Biden también necesitará enderezar un programa de distribución de vacunas que está retrasado y plagado de complicaciones.

Hasta el lunes, poco más de la mitad de las dosis distribuidas a los estados se habían administrado a pacientes. Muchos pacientes que buscan vacunas han tenido problemas en navegar por líneas telefónicas y sitios web abrumados. Los centros de salud tienen dificultades para planificar campañas de vacunación porque no tienen información fiable sobre cuánta vacunas estarán disponibles o cuándo. Algunos han tenido que cancelar las citas de vacunación porque no recibieron las dosis que esperaban.

Pruebas, rastreo, aislamiento

La escasez de pruebas, los retrasos y las demoras han sido un problema en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia.

El plan Biden exige ampliar las pruebas. No establece un objetivo, pero el decano Jha dijo que le gustaría que los números se duplicaran en los próximos meses.

Y las pruebas deberían realizarse en muchos más lugares de los que se encuentran ahora, agregó, incluidas escuelas y lugares de trabajo, a medida que las localidades intentan reabrir.

La Administración Biden planea recopilar más datos sobre los esfuerzos de control del coronavirus. Eso debería incluir cuánto tiempo se tarda en hacerse una prueba y cuánto tiempo se tarda en obtener un resultado, dijo Adriane Casalotti, jefa de asuntos públicos y de gobierno de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud del Condado y la Ciudad (NACCHO).

"Si tiene un par de días, esa persona ya ha interactuado con montones de otras personas" y potencialmente ha propagado el virus, anotó. Algunas áreas todavía están experimentando retrasos un año después de la pandemia.

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Otro factor clave es la rapidez con la que se puede aislar a las personas que dan positivo en la prueba.

"Esa es una pregunta muy básica, pero muy pocos lugares en el país pueden responderla", dijo Tom Frieden, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y director ejecutivo de la organización sin fines de lucro de salud global Resolve to Save Lives.

Recopilar estos y otros datos será un desafío, dijo. El sistema de atención médica fragmentado de la nación significa que la información está dispersa entre diferentes proveedores, hospitales y agencias gubernamentales.

Crecimiento de la fuerza laboral de salud pública

Ampliar la respuesta contra la COVID-19 significará contratar a más personas. Los departamentos de salud locales han perdido alrededor del 16% de sus trabajadores a tiempo completo desde 2008, según la NACCHO.

Los sistemas de salud pública han sufrido una falta crónica de financiación, dijo Wen, "que realmente hemos visto llegar a posarse durante la pandemia en que simplemente no teníamos la capacidad de escalar".

Biden propone contratar a 100.000 trabajadores de salud pública, "un gran número", dijo Casalotti. La fuerza laboral actual es de aproximadamente 136.000.

Los departamentos de salud locales necesitan la ayuda, pero no solo para COVID-19. No está claro qué pasaría con los nuevos empleados después de que termine la pandemia.

"Esta crisis es la más grande que cualquiera de nosotros haya tratado de enfrentar", dijo, pero "no será la última".

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Biden necesitará que el Congreso pague por los nuevos trabajadores. La Cámara de Representantes controlada por el Partido Demócrata aprobó un proyecto de ley el año pasado que incluía el aumento de la fuerza laboral, pero el Senado encabezado por los republicanos no lo aceptó. El nuevo proyecto de ley de alivio del coronavirus de 1,9 billones de dólares de Biden incluye la medida, pero el destino del proyecto de ley no está claro.

Máscaras

Los expertos quieren ver un aumento de las tasas de uso de mascarillas durante la presidencia de Biden. No usar un barbijo se convirtió en un acto político bajo el expresidente Donald Trump. Las encuestas han encontrado que los republicanos son menos propensos que los demócratas a usarlas, aunque se ha demostrado que las máscaras reducen la propagación del virus.

Biden ha ordenado que las personas usen máscara en propiedades federales y en el transporte interestatal, incluidos aviones, trenes y autobuses. Le pide al público estadounidense que use máscaras durante sus primeros 100 días, pero admite que carece de la autoridad para ordenarlo en todo el país.

Los gobernadores pueden. Pero 13 estados no tienen mandatos de mascarilla, según la página web Masks4All.com.

Equipo de protección personal

En muchas áreas, los trabajadores de la salud todavía tienen que reutilizar las máscaras N95 y otros equipos de protección personal que estaban destinados a ser de un solo uso.

Biden ha invocado la Ley de Producción de Defensa para ordenar a las empresas que aumenten los suministros esenciales para combatir la pandemia, incluidos máscaras, guantes y otros equipos de protección personal.

Trump también había invocado la ley, pero los suministros aún estaban rezagados.