El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá el miércoles en la Casa Blanca con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. El encuentro tiene lugar en un momento clave debido al creciente número de casos de coronavirus en estos dos países, lo que le ha valido a ambos gobiernos un gran número de críticas por su gestión de la pandemia.
Algunos expertos en política exterior señalan que con el preámbulo del nuevo tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), ambos jefes de gobierno se dan cita para poner sobre la mesa algunos asuntos que van más allá de este tratado, lo que puede acabar siendo una reunión “peligrosa” y “arriesgada”.
En esa línea, el analista político Joaquín Pérez Rodríguez también considera que este encuentro “no es conveniente”. “Si después de la reunión, salen titulares en los periódicos que digan que México es el gran ganador, a Trump no le va a servir ya que eso es muy difícil de explicar a sus votantes, y más en un momento en el que está cayendo en las encuestas”, señaló en una entrevista con la Voz de América.
También lea ¿Cuál es la agenda del presidente de México en EE.UU.?En el lado opuesto, si se evidencia que “Andrés Manuel López Obrador ha hecho algún tipo de concesión, como poner guardias en la frontera sur, el que no va a salir beneficiado será él, sobretodo porque siempre ha sido un abanderado de la soberanía”. “Va a quedar como que ha vendido la soberanía por un plato de lentejas, buenas, pero de lentejas”, observó Pérez Rodríguez.
Primer viaje oficial al extranjero de AMLO
Ante una coyuntura económica de gran incertidumbre, Andrés López Obrador se ha mostrado interesado en dar inicio al tratado comercial cuanto antes. Prueba de ese “interés” está en que esta será la primera vez que el presidente mexicano saldrá del país en 19 meses, según recuerda el estratega Luis Alvarado. “Tiene un sentimiento de que es importante para el pueblo”, recalcó.
Cuando el mandatario tomó posesión el 1 de diciembre de 2018, muchos pronosticaban un choque de trenes con la administración Trump. El programa de gobierno de AMLO se basaba en políticas de izquierda, de ayuda a los más vulnerables, convencido de que la frontera sur debía estar abierta y que había que tener tolerancia hacia los inmigrantes.
Hace más de un año y medio que los tres países acordaron reemplazar el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero en las negociaciones de este nuevo acuerdo “se pusieron muchas condiciones”, afirmaba Pérez Rodríguez. De hecho, debió pasar más de un año para que el esfuerzo diplomático diera sus frutos y este contrato internacional se convirtiera en una realidad.
“El presidente Trump condicionó ese pacto económico con el control de la frontera por parte de México. Las personas que querían asilarse en Estados Unidos ya no tenían que esperar dentro del país, sino que lo tenían que hacer en México”, argumentó en declaraciones a la VOA.
El presidente mexicano también se comprometió a desplegar agentes de la Guardia Nacional “para que vigilaran la frontera sur, de manera que las caravanas que pasaban por México no llegaran hasta ahí”.
“AMLO ha hecho sacrificios que no le van a costar mucho dinero, pero sí el prestigio que tenía (entre sus votantes)”, agregó al respecto.
Ambos tienen que convencer a su electorado
Por su parte, Luis Alvarado sostuvo que el equipo de Trump “va a buscar la manera en que se vea mucho más presidencial”, aunque reconoce que la postura del estadounidense va a ser “inesperada”.
“Trump quiere sacar provecho, demostrar que él puede influenciar en las acciones del gobierno de México y viéndose que es una persona ágil frente a su base electoral”, dijo.
Según Pérez Rodríguez, el interés que tiene Trump en recibir a su homólogo mexicano radica en la imagen que pueda dar a su electorado con la cuestión migratoria y la construcción del muro en la frontera sur, que fue una de las grandes promesas de las elecciones de 2016 y que no ha podido materializar.
“Trump quiere que López Obrador acepte la cuestión del muro, pero AMLO no puede hacerlo porque es un suicidio ya que cree que eso no es una política de buen vecino y no quiere que se sospeche de ningún pago sobre el muro”, subrayaba.
En el aspecto económico, el experto político afirmó que Andrés Manuel López Obrador, que está en uno de los momentos más difíciles de su mandato por sus bajos índices de popularidad por su papel en la gestión de la pandemia y por la grave crisis financiera que sufre la nación, intentará asegurar las exportaciones agrícolas, otro tema clave que tampoco “beneficia a Trump”.
“Algo que sí necesita México y que no beneficia a Trump son las exportaciones agrícolas a México: Trump siempre ha dicho que hay que sustituir la exportación desde otro países y el pacto económico es que van a seguir produciendo y vendiendo productos”, recalcó.
China jugará un papel importante
Alvarado considera que detrás de todo este tratado comercial hay un actor que juega en la sombra y que se debe sacar provecho de ello: China. “Muchas empresas (estadounidenses) se fueron a China porque la mano de obra era más barata y las condiciones políticas eran estables, todo eso era un gran imán”, comentó el experto a la VOA.
También lea Pompeo: "América Latina no tiene mejor amigo que EE.UU. en el Hemisferio Occidental"Ahora, las relaciones entre Estados Unidos y el país asiático están prácticamente rotas. Además, hay otro grave problema: “El gobierno chino se roba la propiedad intelectual de las compañías y, eventualmente, salen perdiendo porque China compite con estas compañías”.
“Lo que se está viendo es que la administración de Donald Trump quiere sacar las industrias que están haciendo trabajos en China y, si es posible, traerlas de vuelta a EE.UU. o a uno de los países del tratado”, expuso.
Es por eso que cree que puede ser una buena oportunidad para López Obrador, para demostrar frente al equipo de Trump que su país reúne las condiciones perfectas para acoger a industrias que abandonen China.
“Es importante para que México pueda presentar un borrador y enseñe que son una mejor opción para la inversión de la industria americana que lo que están haciendo actualmente con China”, agregó Alvarado que está convencido de que el país latinoamericano reúne las condiciones para ello, aunque reconoce que esos movimientos no se harían de “manera inmediata”.
Por esa razón que Andrés Manuel López Obrador viajará acompañado de importantes figuras de la industria manufacturera mexicana. También de empresarios y expertos financieros que buscan “sacar provecho” a una estrategia económica para la próxima década.