El presidente Donald Trump se mostró este martes orgulloso del número de casos de COVID-19 detectados en Estados Unidos puesto que, según dijo, demuestra que sus pruebas diagnósticas son "mucho mejores" que las del resto de países.
"Así que, cuando tenemos muchísimos casos, no lo veo como algo malo. Lo veo, de alguna manera, como algo bueno porque significa que nuestros test son mucho mejores. Lo veo como una insignia de honor; realmente es una insignia de honor", señaló el mandatario durante una reunión con su gabinete celebrada en la Casa Blanca.
Según datos de la universidad Johns Hopkins, EE.UU. encabeza el ranking mundial de contagios con 1.523.534, lo que supone aproximadamente una cuarta parte del número de casos confirmados en todo el mundo. En cuanto al número de muertes, se han registrado 91.570 en suelo estadounidense, algo menos de una tercera parte del total de vidas que se ha cobrado el nuevo coronavirus a nivel global.
El mandatario también abordó su reciente revelación sobre su uso de la hidroxicloroquina, un fármaco que se emplea en el tratamiento de la malaria y el lupus, y que el mandatario dice que está tomando de manera preventiva debido a la pandemia.
"Es una línea de defensa", esgrimió Trump, quien detalló que consultó su uso con el médico de la Casa Blanca después de que uno de sus asistentes personales y una colaboradora del vicrepresidente, Mike Pence, dieran positivo por la COVID-19.
También lea Trump desvela que está tomando hidroxicloroquinaA pesar de que Trump venía defendiendo el uso de este medicamento desde hace tiempo, el hecho de que el presidente lo esté tomando ha suscitado un gran revuelto debido a que tanto algunos expertos como las propias autoridades sanitarias estadounidenses han desaconsejado su uso.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advirtió recientemente que no debía tomarse hidroxicloroquina "fuera de un hospital o de un estudio clínico" puesto que su consumo supone "un riesgo" ya que puede generar problemas cardíacos.
Las otras víctimas de la pandemia
Por otro lado, tanto el mandatario como su equipo volvieron hoy a defender la necesidad de que se suavicen las medidas de confinamiento para que se pueda reactivar la economía cuanto antes.
"Veremos más de 65.000 muertes adicionales por suicidio, sobredosis o abuso de alcohol en los próximos años", pronosticó el secretario del Departamento de Salud, Alex Azar, presente en la reunión.
Se calcula que unas 120.000 personas pierden la vida en Estados Unidos cada año debido a una de estas tres causas.
Por este motivo, el jefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, celebró que en los últimos días 48 estados del país hayan comenzado a suavizar las restricciones.
"No sólo estamos listos para reabrir nuestro país, estamos abiertos a los negocios", sentenció Meadows.