El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que está sopesando celebrar la próxima cumbre del G-7 "principalmente" en la Casa Blanca.
"Probablemente en la Casa Blanca, aunque puede que sea una combinación entre Camp David y, principalmente, la Casa Blanca", desveló el mandatario a los periodistas que aguardaban su salida rumbo a Michigan, donde tiene previsto participar en diversos eventos a lo largo del día.
El presidente propuso este miércoles recuperar la cumbre, que debía celebrarse en Camp David, a las afueras de Washington, en el mes de junio, después de que fuera cancelada el pasado mes de marzo debido a la pandemia.
"Creo que va a tener lugar porque lo hemos hecho bien, vamos por delante de lo previsto en términos de nuestro país y de otros países que lo están haciendo muy bien", dijo, en referencia a la suavización de las restricciones impuestas por muchos gobiernos debido a la COVID-19.
El mandatario sostuvo que "parece" que la cumbre contará la representación de todos los Estados que la conforman y avanzó que tiene previsto "anunciar algo" a comienzos de la próxima semana.
Por el momento, no todos los líderes invitados se han manifestado al respecto. No obstante, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dicho que está "abierto" a la idea, pero "solo si las condiciones sanitarias lo permiten"; por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho que habrá que "esperar a ver qué pasa" antes de comprometerse a asistir.