El presidente Donald Trump pronunció el jueves (6 de agosto) un duro discurso contra la globalización, una tendencia económica que según dijo, no ha aportado a los trabajadores estadounidenses nada más que "pobreza y dolor".
"No me gustan demasiado los globalistas, ni yo les gusto demasiado a ellos tampoco. La globalización ha hecho a las élites financieras que donan [fondos] a los políticos muy ricos, pero ha dejado a millones y millones de nuestros trabajadores con nada excepto pobreza y dolor", declaró el mandatario durante una visita a una planta industrial en la localidad de Clyde, Ohio.
El mandatario esgrimió que "durante décadas" Washington "ha permitido" a otros países robarse empleos y vandalizar las empresas del país.
Acto seguido, Trump celebró la importancia del recientemente implantado acuerdo comercial con México y Canadá, dos países que, según dijo, "se han aprovechado" de Estados Unidos durante años.
"Mi administración lucha por la gente de la calle, no por Wall Street", dijo el presidente, quien incluso en el marco de la grave crisis económica suscitada por la pandemia -que ha dejado a más de 16 millones de estadounidenses sin empleo- suele citar los resultados del Dow Jones y del Nasdaq como prueba de que el país avanza en la dirección correcta.
También lea Pedidos ayuda por desempleo EE.UU. se mantienen en niveles altosTrump prometió a los trabajadores estadounidenses "recuperar" todos los empleos locales que se han perdido a lo largo del tiempo, para lo cual, aseguró, empleará "todas las herramientas" a su alcance, como "aranceles, obligaciones de compensación y nuevos acuerdos comerciales basados en los principios de justicia y reprocidad".
"Adoro los aranceles propiamente impuestos, porque hacen que competidores injustos de países lejanos hagan lo que tú quieres que hagan", sostuvo.
Medidas sobre el acero y la producción de fármacos
En este sentido, Trump adelantó que su Administración ha decidido reimponer aranceles a las importaciones de aluminio desde Canadá, una medida que calificó de "absolutamente necesaria" para defender la industria local debido a que los productores canadienses "no han mantenido su palabra".
El decreto sobre la medida, divulgado por la Casa Blanca, señala que el presidente ha decidido que es "necesario y apropiado" reimponer aranceles por un valor del 10% del precio de venta en productos de aluminio no forjado ni aleado procedentes de Canadá.
La publicación de la orden ejecutiva coincidió este jueves con otra medida similar que cuyo objetivo es "aumentar" la producción de medicamentos esenciales en territorio estadounidenses para disminuir la dependencia de los fármacos procedentes del extranjero.
"Si he aprendido algo de la pandemia del virus chino es que somos peligrosamente dependientes de países extranjeros para nuestros medicamentos esenciales, para nuestros insumos esenciales, como mascarillas, guantes y gafas protectoras", dijo el principal asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, antes de que se produjera el anuncio oficial.
En el comunicado que anuncia la medida, la administración argumenta que esta estrategia potenciará, además, la creación de empleos en el país "al acelerar la producción de medicamentos esenciales".