El presidente Donald Trump anunció este martes que autorizó al gobierno federal a arrestar y condenar con hasta 10 años de prisión a cualquiera que vandalice o destruya un monumento o propiedad federal en Estados Unidos.
La medida tiene lugar después de varios incidentes en todo el país en que grupos de manifestantes han derribado estatuas de militares y políticos relacionados con los estados confederados del sur por su presunta relación con la esclavitud o la discriminación racial contra los ciudadanos de la raza negra.
La reciente ola de ataques a los monumentos fue una consecuencia de las protestas desatadas tras la muerte del afroamericano George Floyd en Minneapolis, Minnesota, mientras estaba en custodia policial.
“He autorizado al Gobierno Federal a arrestar a cualquiera que vandalice o destruya un monumento, estatua o propiedad federal de ese tipo en Estados Unidos con hasta 10 años de prisión, de acuerdo con la Ley de Preservación de Monumentos a Veteranos o cualquier otra leu que resulte pertinente…”, dijo Trump en su mensaje.
“Esta acción”, agregó, tiene efecto inmediato, pero puede usarse retroactivamente para vandalismo o destrucción ya causados. ¡No habrá excepciones!”.
Las acciones iniciales contra los monumentos de soldados y generales del Sur se expandieron a otros no relacionados con el período de la Guerra Civil de Estados Unidos de 1860 a 1865.
La semana pasada, los manifestantes derribaron en Portland, Oregón, una estatua del presidente George Washington y en San Francisco la del presidente Ulises S. Grant, quien comandó el ejército de la Unión en la Guerra Civil.
El lunes, decenas de manifestantes trataron sin éxito de derribar la estatua ecuestre del presidente Andrew Jackson, erigida en un parque frente a la Casa Blanca, en Washington, en 1853.
Jackson fue un destacado general en la guerra contra Inglaterra de 1815 y ocupó la Casa Blanca de 1829 a 1837. Durante su mandato, las tribus indígenas del sureste del país fueron reubicadas forzosamente a territorios al occidente del río Mississippi.
En comentarios a la prensa más tarde este martes antes de partir desde la Casa Blanca hasta la Base de Andrews, Trump elogió el esfuerzo de las autoridades para proteger la estatua de Andrew Jackson.
“Hicieron un gran trabajo, los detuvieron por completo”, dijo Trump. “Numerosas personas están en la cárcel e irán a la cárcel hoy”.
“Estamos buscando largas sentencias de prisión para estos vándalos y estos rufianes y estos anarquistas y agitadores. Llámenlos como quieran, algunas personas no les gusta ese lenguaje, pero es lo que son. Malas personas. No quieren a nuestro país y no derribarán nuestros monumentos, quiero dejar eso en claro”, agregó.
El presidente también prometió ayuda federal para los estados que han enfrentado las protestas, con una crítica para algunos.
“En Seattle (estado de Washington) son muy débiles y en Minnesota podrían necesitar ayuda. Si necesitan ayuda, el gobierno federal está dispuesto a ayudarlos”, declaró.
Ley de Preservación de Monumentos a Veteranos invocada por Trump establece hasta 10 años de prisión y multas para cualquiera que destruya o intente dañar “cualquier estructura, placa, estatua u otro monumento en una propiedad pública que conmemore el servicio de alguna persona o personas en las fuerzas armadas de Estados Unidos.