El presidente Donald Trump aseguró este jueves que el país está "afligido" por la muerte de más de 150.000 estadounidenses cuyas vidas "se robó" el nuevo coronavirus, cuya propagación tildó de "plaga".
"EE.UU. está afligido por cada uno de los más de 150.000 estadounidenses cuyas vidas se robó este terrible enemigo invisible", sostuvo Trump durante una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca.
De acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU., 4.464.906 personas han sido contagiadas y 151.496 han fallecido debido al nuevo coronavirus. Solo el miércoles se registraron más de 1.400 óbitos en todo el país, lo que supone un nuevo récord.
"Es una plaga, eso es lo que es (...). Nadie es inmune", afirmó Trump, quien no obstante insistió en que la mitad de las muertes provocadas por el nuevo coronavirus se ha registrado entre apenas un 1% de la población: los estadounidenses cuya edad supera los 70 años.
Trump volvió a defender la necesidad de que los empleados regresen a sus puestos de trabajo y de que las escuelas abran sus puertas, aunque pidió a los ciudadanos que "cuiden de los más vulnerables", la gente de avanzada edad y aquella con dolencias crónicas.
También lea Trump ruega a convalecientes que donen sangre para combatir la COVID-19"Un cierre a modo de manta para lograr una reducción temporal de casos ciertamente no es una estrategia a largo plazo para ningún país", dijo.
El mandatario consideró, eso sí, que su Administración hizo "lo correcto" al principio de la pandemia, al promover unas restricciones que permitieron salvar "millones" de vidas, aplanar la curva de contagios y garantizar la capacidad hospitalaria.
"Tal vez, pequeños cierres en ciertas áreas pueden ser muy útiles, pero no durante mucho tiempo", concedió el presidente.
Al ser preguntado sobre si el gobierno está preparado para "garantizar" una vuelta segura a las escuelas, Trump se preguntó: "¿Puede nadie garantizar nada? Sí digo, nuevamente, que la gente joven es casi inmune a esta enfermedad".