El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo este viernes que la situación de Venezuela es "un absoluto desastre" al tiempo que aseguró que su propio país podría acabar en esa misma situación en caso de no alzarse con la victoria en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
"No saben lo que está pasando en ese país, ese país es un absoluto desastre", afirmó el mandatario durante un encuentro con miembros de la organización Latinos For Trump, en Florida.
Trump destacó cómo, gracias al petróleo, era una nación "rica" y lamentó que "hace algún tiempo" en Venezuela "optaron por otra ideología", en referencia a las teorías socialistas en que se sustenta el chavismo, y "de repente, todo se había acabado".
"Les mandamos agua, les mandamos comida; no tienen nada, les mandamos medicamentos", agregó el presidente estadounidense.
Los comentarios del mandatario se producen en el marco de una campaña electoral en la que Trump y sus colaboradores han querido retratar a su futuro rival en las urnas, el demócrata Joe Biden, como un "caballo de Troya" del ala más liberal del partido, a pesar de que el exvicepresidente es visto como un candidato centrista y se ha distanciado de algunas de las propuestas más radicales de sus correligionarios.
También lea Sanciones, crisis y democracia: razones del interés de Venezuela en elecciones de EE.UU.Sin embargo, Trump insistió en decir que, en caso de que Biden se haga con la Casa Blanca, en Washington podría replicarse una situación similar a la de Caracas. "Tendríamos una Venezuela con potentes esteroides", afirmó.
El mandatario relató cómo empezó a hacer este tipo de afirmaciones "hace dos años", al percibir una nueva corriente de "pensamiento" en su país, una ideología que se plasma, señaló, en las protestas raciales que sacuden a Estados Unidos desde hace meses, una ideología que, en su opinión, es la misma que rige en Venezuela.
Trump asegura que el movimiento Black Lives Matter, que lidera muchas de estas protestas, tiene relación con el movimiento antifa, al que considera un grupo organizado a pesar de que las autoridades locales niegan que existan evidencias de ello, que a su vez tendría vínculos con la vertiente más liberal de la oposición.
Sin embargo, al igual que la Casa Blanca, el Partido Demócrata ha insistido en la necesidad de que Nicolás Maduro abandone el poder; además, ha rechazado en reiteradas ocasiones los actos violentos que se han producido durante las protestas y ha acusado a Trump de estar apenas buscando azuzar la violencia por intereses electorales.