Algunas de las estrellas más grandes tienen una vida de unos pocos millones de años antes de agotar su combustible nuclear y explotar.
La estrella más grande del universo hasta ahora conocido se está muriendo y pronto explotará, afirman los astrónomos.
La llamada estrella W26 que se encuentra en el cúmulo estelar conocido como Westerlund, ubicado a unos 16.000 años luz de la Tierra en la constelación austral de Ara. El cúmulo estelar Westerlund 1 es donde se reúne la mayor concentración de estrellas en la galaxia vía láctea, que alcanza a varios cientos de miles de estrellas.
El radio de la estrella W26 es 1.500 veces más grande que el Sol y es una de las supergigantes rojas más luminosas de las conocidas. Se cree que estas estrellas son altamente evolucionadas, lo que sugiere que está entrando en la etapa final de su vida y va a explotar como una supernova.
Algunas de las estrellas más grandes tienen una vida de unos pocos millones de años antes de agotar su combustible nuclear y explotar. En la etapa final estas estrellas se vuelven muy inestables y expulsan una cantidad considerable de material que ha sido enriquecido por las reacciones nucleares en lo profundo de la estrella e incluye muchos de los elementos necesarios para la formación de planetas rocosos como la Tierra como silicio y magnesio.
Si bien se sabe que estos elementos son también básicos para el desarrollo de la vida, aún sigue siendo un misterio cómo se expulsa el material y cómo afecta a la evolución de la estrella.
Utilizando el gigantesco Telescopio de Rastreo (VSL) del Observatorio Europeo Paranal ubicado en el Sur de Chile, un grupo de astrónomos del Reino Unido, Chile, Alemania y Estados Unidos descubrieron una nube de gas hidrógeno brillante alrededor de la estrella W26, muy similar a la nebulosa que rodea a SN1987A, el remanente de una estrella que explotó como una supernova en 1987.
Precisamente, la SN1987A fue la supernova más cercana a la Tierra observada desde 1604 y le ofreció a los astrónomos una oportunidad de estudiar mejor las propiedades de estas explosiones. El estudio de aspectos como la nueva nebulosa alrededor de W26 ayudará a los astrónomos a comprender los procesos de pérdida de masa alrededor de estas grandes estrellas, lo que finalmente conduce a la explosión que marca el fin.
Los investigadores publicaron sus resultados en la revista The University Press Oxford, Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.
La llamada estrella W26 que se encuentra en el cúmulo estelar conocido como Westerlund, ubicado a unos 16.000 años luz de la Tierra en la constelación austral de Ara. El cúmulo estelar Westerlund 1 es donde se reúne la mayor concentración de estrellas en la galaxia vía láctea, que alcanza a varios cientos de miles de estrellas.
El radio de la estrella W26 es 1.500 veces más grande que el Sol y es una de las supergigantes rojas más luminosas de las conocidas. Se cree que estas estrellas son altamente evolucionadas, lo que sugiere que está entrando en la etapa final de su vida y va a explotar como una supernova.
Algunas de las estrellas más grandes tienen una vida de unos pocos millones de años antes de agotar su combustible nuclear y explotar. En la etapa final estas estrellas se vuelven muy inestables y expulsan una cantidad considerable de material que ha sido enriquecido por las reacciones nucleares en lo profundo de la estrella e incluye muchos de los elementos necesarios para la formación de planetas rocosos como la Tierra como silicio y magnesio.
Si bien se sabe que estos elementos son también básicos para el desarrollo de la vida, aún sigue siendo un misterio cómo se expulsa el material y cómo afecta a la evolución de la estrella.
Utilizando el gigantesco Telescopio de Rastreo (VSL) del Observatorio Europeo Paranal ubicado en el Sur de Chile, un grupo de astrónomos del Reino Unido, Chile, Alemania y Estados Unidos descubrieron una nube de gas hidrógeno brillante alrededor de la estrella W26, muy similar a la nebulosa que rodea a SN1987A, el remanente de una estrella que explotó como una supernova en 1987.
Precisamente, la SN1987A fue la supernova más cercana a la Tierra observada desde 1604 y le ofreció a los astrónomos una oportunidad de estudiar mejor las propiedades de estas explosiones. El estudio de aspectos como la nueva nebulosa alrededor de W26 ayudará a los astrónomos a comprender los procesos de pérdida de masa alrededor de estas grandes estrellas, lo que finalmente conduce a la explosión que marca el fin.
Los investigadores publicaron sus resultados en la revista The University Press Oxford, Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.