La rebelión policial en Ecuador fue un intento de golpe de estado auspiciado por Estados Unidos, afirmó el presidente de Bolivia Evo Morales.
Lo mismo había dicho antes el presidente de Venezuela Hugo Chávez.
Las acusaciones de Morales y Chávez se produjeron aún cuando la propia secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, estuvo en contacto con el presidente Rafael Correa en medio de la crisis y transmitió el apoyo estadounidense al gobierno, el presidente y las instituciones democráticas de Ecuador.
Según Morales, en la última década Estados Unidos apoyó cuatro tentativas de golpe de estado y solamente una tuvo resultado, el "golpe militar en Honduras”, afirmó el mandatario boliviano.
Las otros intentos de golpe de estado identificados por Morales fueron el breve golpe contra Hugo Chávez en Venezuela en 2002 y en 2008 en Bolivia, cuando hubo protestas en cuatro regiones lideradas por la oposición "derechista", según señaló.
Incluso, Morales aseguró en una entrevista con medios gubernamentales, que Estados Unidos usa la lucha antidroga como pretexto para entrenar golpistas en Perú y Colombia. Desde su óptica, el objetivo es desestabilizar a los gobiernos izquierdistas del continente.
"El Departamento de Estado de Estados Unidos nos acusa de dictadores, es una conspiración profunda y permanente” afirmó, coincidiendo con lo que el presidente venezolano Hugo Chávez afirmó tras la reunión de presidente de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) en Buenos Aires, Argentina.
El presidente de Bolivia dijo que la situación le llevó a plantear al bloque la creación de una "escuela sudamericana de defensa" con la misión de "defender la democracia y los recursos naturales" y con una doctrina "antiimperialista, anticapitalista y antigolpista".