Lo primero que hizo el exejecutivo de CITGO Gustavo Cárdenas al llegar a Estados Unidos fue abrazar a su hija, a quien no veía desde que fue detenido durante un viaje de negocios a Caracas en el 2017.
“Se puso a llorar y a abrazarla y a decirle que al fin, que había soñado tanto con ese momento pero no se imaginaba que iba a ser así, tan pronto”, contó por teléfono a la Voz de América su esposa, Maria Elena Cardona, desde su casa en Houston, Texas.
La liberación del exejecutivo, junto con un turista estadounidense también detenido en Caracas, se dio después de la visita de una delegación de funcionarios estadounidenses a Venezuela.
El gobierno de EE. UU. aseguró que Venezuela liberó a los presos como un "gesto" en respuesta al "acercamiento diplomático". Caracas no se ha pronunciado sobre el asunto.
Cuando María Elena se enteró por los informes en medios de comunicación de la liberación de su esposo, no creyó que fuera en serio. Jorge, junto con otros cinco exejecutivos de la refinería CITGO, con sede en Houston, había sido trasladado a prisión domiciliaria varias veces durante casi cinco años de detención.
Sin embargo, a las 10:30 p.m. del domingo recibió una llamada de las autoridades estadounidenses confirmándole que era verdad, que su esposo estaba ya libre y venía de camino a casa.
“Saltamos de alegría mis hijos y yo, empezamos a reírnos, a dar gracias a Dios, llenos de felicidad porque nuestras oraciones fueron escuchadas”, relata María Elena.
La venezolana contó que se sintió feliz de ver a su esposo pero que también siente nostalgia “por todo lo que pasó, todo lo que perdimos y cómo se dañó nuestra vida”.
Ella asegura que su esposo quiere primero atender su salud “física y psicológica” y también recuperar todos los “momentos importantes que perdió con sus hijos”.
Su hija María Mercedes se graduó de la universidad en el 2019, y él quiere tomarse una foto con ella vestida de nuevo con la toga de la ceremonia, afirma María Elena.
“Salí de la cárcel y obtuve mi libertad después de aproximadamente 1.570 días de cautiverio injusto”, dijo el estadounidense, y pidió la liberación de los otros cinco ex ejecutivos detenidos aún en Caracas: Tomeu Vadell, Jorge Toledo, Jose Pereira, Jose Luis y Alirio Zambrano.
Los ex ejecutivos, conocidos como los Seis de CITGO, recibieron condenas de entre ocho y 13 años de prisión por delitos relacionados con malversación de fondos.
El gobierno de EE. UU. ha pedido activamente su liberación desde que fueron arrestados.
Algunos analistas consideran que el gobierno de Maduro los ve como “moneda de cambio” para sus intereses políticos con EE. UU.
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