Algunos de los presentes en el lanzamiento del informe preparado por el Consejo de las Américas y el Instituto Peterson de estudios económicos en Washington, interpretan como un llamado a “despertar”, las palabras con las que el ex diplomático y reconocido empresario Thomas McLarty, lanzó alertas sobre el impacto que la expansión china está generando en el hemisferio occidental.
Ante un auditorio de expertos económicos, McLarty afirmó que Estados Unidos se “ha permitido el lujo” de pensar que era la única opción para los países de la región. Pero, a renglón seguido acotó, que si eso fuera verdad alguna vez, “obviamente, hoy más que nunca, no es verdad”.
Él mismo legitimó sus palabras, asegurando que a través de su propio hijo, quien ha vivido en Beijín por 5 años, ha sido testigo de la gran conectividad de China con Latinoamérica. Y además, ha presenciado el significativo incremento de la clase media, que él mismo definió como “la de consumidores”, en muchos países latinoamericanos.
Evidencia de riesgos para Latinoamérica:
Con una investigación concreta sobre el impacto de la presencia china en el sector minero peruano, el investigador del programa en negocios diplomáticos internacionales de la Universidad de Georgetown, Theodoro Moran, reconoció el impacto positivo que para casi todos los países latinoamericanos ha traído la expansión china, al mismo tiempo afirmó que es muy riesgoso para la región.
“Si encontramos evidencia como la hallada en Africa”, donde las inversiones chinas han traído corrupción, evasión de impuestos y violaciones a los derechos humanos, entre otros problemas de violaciones a las normas del comercio internacional, expresó Moran.
En referencia al análisis del caso específico, la investigadora del Instituto Peterson de Estudios Económicos, Barbara Korschwar, reveló que tras las investigación, se constató, en el sector minero peruano, la imposición de multas por temas como la falta de transparencia, las relaciones laborales y asuntos ambientales…Así como una clara tendencia, por parte del gigante asiático, a “cambiar los estándares internacionales.”
Todos estos aspectos, según el planteamiento del ex diplomático Thomas McLarty, plantean el escenario de la conformación de la Alianza Asia Pacífico como el marco de oportunidad para equilibrar la balanza entre la región asiática y el continente americano.
Desde otros puntos de vista, denuncias como las escuchadas en el lanzamiento de la investigación, también ponen sobre la mesa, la dificultad de lograr que China se integre a este mecanismo, justamente por adoptar una actitud que rechaza los estándares del comercio internacional.