Explosiones separadas en Afganistán el lunes por la mañana mataron a por lo menos 24 personas e hirieron a otras 40.
El más mortal ataque ocurrió en Kabul cuando un suicida se acercó a un minibús a pie e hizo estallar los explosivos. El Ministerio del Interior afgano dijo que la explosión dejó 14 muertos y ocho heridos. El Talibán rápidamente se atribuyó responsabilidad.
Los muertos eran guardias de seguridad nepalíes que eran parte de una compañía a cargo de la seguridad en la embajada canadiense en Kabul. Cinco nepalíes a bordo del minibús también resultaron heridos junto a cuatro afganos.
Horas después, la explosión de una bomba a la orilla de una calle en otra parte de la ciudad, colocada por insurgentes, hirió a un concejal provincial y dos guardaespaldas.
En otra parte de Afganistán, en la nororiental provincia de Badakhshan, por lo menos 10 personas fueron muertas y más de 30 resultaron heridas cuando estalló un artefacto explosivo improvisado en un mercado muy concurrido.
La explosión mató principalmente a comerciantes y tenderos en el distrito Keshm durante la hora de mayor afluencia de público en la mañana, dijo a la Voz de América Abdul Salam Payman, jefe de distrito. Agregó que entre las víctimas había niños.
No ha habido inmediata atribución de responsabilidad por el ataque, y un portavoz del Talibán dijo en una declaración que no tenía nada que ver con el incidente.