En Venezuela se cumplen 10 años de la aprobación de la ley de tierras y desarrollo agrario que ha servido para la expropiación de más de 3,6 millones de hectáreas de tierra en 23 estados del país.
Este instrumento jurídico ha sido muy criticado por los productores agrícolas y empresarios, pero el gobierno asegura que permite "combatir el latifundio, el rescate de tierras ociosas en aras de incrementar la producción agrícola, y fomenta la inclusión de campesinos en el aparato productivo".
En el marco de esta ley el ministerio de Agricultura y Tierras ha entregado más de 175.000 instrumentos agrarios para regularizar la propiedad de los predios expropiados y permitir que los trabajadores del campo se beneficien directamente de ellos, según información gubernamental.
La más reciente expropiación fue una hacienda de 43.000 hectáreas y con más de 14 mil animales, ubicada al suroeste del país y en la que a partir de esta semana están ya instaladas 46 familias en una comuna socialista agropecuaria.
Detractores del gobierno venezolano critican estas expropiaciones asegurando que un muy bajo porcentaje son operativas tras su expropiación.