Facultad de música cumple 125 años

Además de ofrecer programas de música clásica, la facultad ofrece programas de jazz y hasta música popular.

La Facultad Thorton de la Universidad del Sur de California se instituyó en 1884 y ahora cuenta con una variedad de especialidades.

En 1884, Los Angeles era una pequeña ciudad donde recién se habían instalado una vía férrea, servicio telefónico, luces en las calles y un diario de noticias.

Pero incluso en esos tiempos, ya crecía una audiencia lista para emociones que sólo músicos de primera clase podían brindarles.

Así que la Universidad del Sur de California, en ese entonces con solo cuatro años de edad, estableció un conservatorio de música para satisfacer esa sed.

Cambia con los tiempos
Como respuesta a las revoluciones musicales que han ocurrido en las últimas cuatro décadas, la facultad de música de USC, como se le conoce a la escuela por sus siglas en inglés, se ha diversificado, cuenta el decano de la facultad Rob Cutietta, pero sin olvidarse de sus raíces. Así que hay clases de jazz que los estudiantes pueden tomar a unos cuantos salones de donde ensaya la orquesta de cámara.

Claro que, como Hollywood les queda a unos cuántos kilómetros, hace 20 años la Facultad Thorton empezó a ofrecer una especialización en orquestación para películas y programas de televisión.

Este semestre, la institución tomó otro paso lógico al aceptar estudiantes en una especialización llamada Interpretación de Música Popular. Este programa instruye a los alumnos a escribir canciones y cómo interpretarlas y producirlas para que las futuras estrellas de música rock, folk y rap puedan formar parte de la lista de maestros y ex alumnos de la Facultad Thorton que han ganado el premio Grammy.

Fascinación musical
La estudiante de maestría Bonnie Andrews dice que está preparada para una carrera difícil.“Aún los estudiantes que obtienen varios títulos de música en distintas universidades e invierten muchas horas en ellos, muy pocos, un pequeño porcentaje obtiene trabajos en una orquesta”, dice.

Andrews, una trompetista, tiene un iPod con música clásica de Dvorak por un lado, y música de rock de Incubus por el otro.

Ella dice que está adicta de por vida en la habilidad de la música para expresar un espectro de emociones. Esa fascinación sigue siendo una constante que se ha extendido generación tras generación en los 125 años de historia de la facultad de música de la Universidad del Sur de California.