El ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, falleció en Miami a los 88 años a raíz de un ataque cardíaco.
"Fue algo de repente, se despertó con un muy buen ánimo este 25" de diciembre de 2010, el día de Navidad. "Estuvo muy elocuente, conversó con nosotros. Más tarde se le comenzó a ir el aire y de un momento para otro falleció", contó su hija María Francia Pérez a la cadena venezolana Globovisión.
El velorio se realizará en Miami el martes 28 de diciembre de 2010 y el miércoles 29, será sepultado. Sin embargo, los restos del ex presidente venezolano sólo serán llevados a su país cuando "haya una democracia real" y no "bajo el mandato" del actual gobernante, Hugo Chávez, dijo Cecilia Pérez, hija del fallecido exmandatario.
Por su parte, el presidente Chávez lamentó el fallecimiento de Pérez, un firme opositor de su gobierno, asegurando que su familia tiene "todo el derecho" de enterrarlo en Venezuela. "A la familia todo nuestro sentimiento y tiene todo el derecho de traerlo acá y darle cristiana sepultura", dijo el mandatario en un acto oficial.
“El deseo de mi padre era ser enterrado en Venezuela y si logramos hacerlo, sería en La Guairita junto a los restos de mi hermana Thais que falleció en el año 1994", dijo Carolina Pérez, otra de sus hijas.
Las hijas del ex mandatario aseguraron que su padre era un “gran demócrata” que “dio todo por este país (Venezuela)”.
"Él quería que Venezuela recuperara su democracia, eso lo tenía muy preocupado”, manifestó Carolina Pérez.
Carlos Andrés Pérez fue presidente entre 1974-1979 y 1989-1993.
Si bien durante su primer mandato la economía venezolana vivió un “boom” gracias a la exportación petrolera, su segundo mandato fue muy turbulento y estuvo marcado por una crisis económica que derivó en 1989 en protestas y disturbios conocidos como el “Caracazo”.
En su segunda presidencia, además, enfrentó dos golpes de Estado en 1992, uno de ellos encabezado por el actual presidente Hugo Chávez.
En 1993, Pérez fue separado de sus funciones por el Congreso Nacional, luego que el fiscal general de la República introdujera una acusación en su contra por malversación de fondos públicos y la Corte Suprema de Justicia iniciara un juicio en su contra.
Condenado por la justicia en 1996, recuperó su libertad tres años después.