El doctor Morton Mower, un cardiólogo que participó en la invención del desfibrilador implantable, un diminuto dispositivo que fue de gran ayuda para un sinnúmero de pacientes del corazón, falleció a los 89 años.
Los funerales de Mower se realizaron el miércoles luego de su fallecimiento dos días antes en el Porter Adventist Hospital de Denver, reportó el diario Baltimore Sun. Mower, quien era originario de Maryland, se mudó a Colorado hace aproximadamente una década.
Mower y el doctor Michel Mirowski, colega suyo en el Sinai Hospital de Baltimore, empezaron a trabajar juntos en 1969 para inventar un desfibrilador de miniatura que pudiera implantarse en el paciente. El dispositivo serviría para corregir la arritmia cardíaca mediante una pequeña descarga eléctrica que le devuelve al corazón su ritmo normal.
También lea Nueva tecnología desarrollada para marcapasosEn pocos meses lograron armar un modelo del desfibrilador automático y prepararlo para una demostración. Pero no fue sino hasta 1980 que uno de esos dispositivos fue colocado en un ser humano, en el Hospital Johns Hopkins, reportó el diario.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el dispositivo en 1985. Los dos médicos compartieron la patente del dispositivo, cuya tecnología se vendió al grupo farmacéutico Eli Lilly. Más tarde, Mower se convirtió en director de investigación médica de la división de Eli Lilly que produjo el desfibrilador cardioversor implantable, según el diario.
“Creo que Morty tuvo más influencia en el éxito de la búsqueda de un tratamiento para la muerte súbita que cualquiera de nuestra profesión”, dijo el doctor David Cannom, cardiólogo jubilado de Los Ángeles y amigo de Mower.
El dispositivo “demostró su eficacia frente a la medicación en el tratamiento de la arritmia, y lo hicieron contra todo pronóstico en un pequeño hospital de Baltimore”, añadió Cannom. “Y durante los últimos 40 años, ha demostrado que es fiable” y ha salvado muchas vidas.
Mower, nacido en Baltimore y criado en Frederick, asistió a Johns Hopkins y a la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.
También trabajó en hospitales de Baltimore y sirvió en el ejército antes de iniciar su carrera profesional en el Hospital Sinaí en 1966 como coinvestigador de su Proyecto de Medicamentos Coronarios. Durante las décadas de 1970 y 1980 fue director o responsable interino de cardiología en el hospital. El Hospital Sinaí le puso su nombre a un edificio de consultas médicas en 2005.
Más tarde laboró como consultor y ejecutivo de varias empresas médicas.
“Continuó con su investigación y trabajando hasta su muerte”, escribió su hijo, Mark Mower, de Beverly Hills, California, en un correo electrónico al diario. “Nunca quiso desperdiciar un momento de su vida”.
En 2002, Mower fue incluido en el Salón Nacional de la Fama de los Inventores. También participó en muchas organizaciones benéficas para la comunidad judía.
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